Por Alexis Brudnicki
BÚFALO, N.Y. — Sin importar a quien le ha tocado enfrentarse, o en qué nivel, el cubano Luis Robert ha seguido poniendo números de videojuego esta temporada.
El jueves, en apenas su séptimo juego para Triple-A Charlotte, el outfielder de 21 años, considerado por MLB Pipeline como el mejor prospecto de los White Sox y el 5to mejor de Grandes Ligas, bateó sus jonrones número cuatro y cinco para los Knights, ayudándolos a doblegar 6-0 a los Bisons en Sahlen Field.
Fue el tercer juego con más de un jonrón para Robert esta temporada, llevando su total entre Clase A Avanzada Winston-Salem, Doble-A Birmingham y Charlotte a .356/.409/.659 con 21 jonrones, 23 dobles, siete triples, 32 bases robadas, 74 carreras anotadas y 64 rayitas remolcadas en 82 juegos.
“Estoy bastante contento de que estoy teniendo un buen año hasta ahora. Todo se debe principalmente a que he estado saludable”, dijo Robert. “Con la excepción de cinco juegos, donde tuve un poquito de dolor, he tenido estos resultados porque he estado sano”.
En contraste, el año pasado Robert también estuvo en tres niveles de las menores, pero jugó apenas 50 encuentros. Después de firmar por US$26 millones en el 2017, el nativo de La Habana vio acción en sólo 28 cotejos.
Entre esas dos primeras campañas, Robert sacó tres jonrones de un total de 26 extrabases, pero su salud no es lo único que ha cambiado.
“Siempre tuve poder”, aseguró Robert. “Nada es realmente distinto; siempre ha estado allí. El año pasado no jugué muchos juegos, y también estaba lidiando con las lesiones y todo eso, pero pienso que los jonrones han venido este año porque estoy haciendo contacto. He estado haciendo mejor contacto”.
“Ajusté mi swing, pero no creo que eso me haya dado más poder. Me ha ayudado a hacer más contacto, mejor contacto. La diferencia más grande fue realmente tratar de hacer swing más al frente del plato, hacer contacto más directo. Me ha ayudado a ver mejor la bola. Me ha sido más fácil quedarme en la zona y seguir bien esos pitcheos”.
Seas cuales sean los ajustes hechos por Robert, han estado dando resultados. En esa pequeña muestra de siete juegos en la Liga Internacional, el cañonero derecho ha bateado .433/.486/1.067 con 32 bases alcanzadas, 11 carreras empujadas, 10 anotadas y tres bases robadas.
“He mejorado en todos los aspectos del juego”, aseguró Robert. “Obviamente la preparación y todo es mucho más difícil en Triple-A, así que estoy mucho más preparado, pero también he mejorado en todo. Voy mejorando año a año”.
Además de ajustarse al béisbol profesional en Estados Unidos, el joven jardinero central también ha empezado a disfrutar más de su nuevo país, lo que le ha hecho las cosas más fáciles dentro y fuera del terreno.
“Definitivamente tuvo que hacer muchos sacrificios para salir de Cuba, pero desde que me fui tenía un solo objetivo”, dijo Robert. “Y era llegar a las Grandes Ligas. Gracias a Dios estoy empezando a sentirme más confortable ahora en los Estados Unidos. Mi familia está aquí, tengo mi casa, así que me siento cada vez más como en mi hogar, como si estuviera en Cuba”.
Con el ritmo que ha tomado Robert mientras escala por las filiales de los White Sox, se han disparado las conversaciones sobre cuándo podría recibir la oportunidad de patrullar los jardines del equipo grande. Y mientras esas conversaciones siguen y cada vez recibe más apoyo, Robert está emocionado con el futuro.
“Desde que yo firmé los fanáticos siempre me han apoyado y eso es muy bueno”, dijo Robert. “Sólo he tratado de dar lo mejor de mi todos los días y cuando el equipo tome la decisión de subirme voy a estar listo. Pero los fanáticos siempre andan mandándome mensajes, dejándome saber que quieren verme en Chicago”.