Por Luis Javier González
Dueño de los jardines en la pradera naranja y voraz cazador de cualquier pelota extraviada, Andy Zamora revive con gran solvencia e intrepidez sus mejores años en el béisbol cubano.
Baluarte además de su equipo a la ofensiva, se muestra bien oportuno y productor de carreras como tiempo atrás, cuando no bajaba de los 300 y era difícil ponerle out a la hora buena.
Y es que Andy sabe de sobra que su lugar en el juego no es precisamente en el banco de los azucareros.
Aunque no me salieron los resultados que yo esperaba en la primera fase, provocados por la falta de ejercicios con pesas debido a lesiones que presenté en los brazos, sí me enfoqué mejor en la preparación para la segunda etapa, dijo a la Agencia Cubana de Noticias el estelar pelotero del Villa Clara.
Los entrenadores me ayudaron a cambiar los métodos para ejercitar la fuerza y de ahí el mejor rendimiento de ahora, aseveró.
En esta segunda vuelta los equipos están muy parejos y como mismo ganas en una subserie los tres juegos, en la otra te pueden barrer, indicó.
Lo bueno del «Villa Clara» es que se están trayendo las carreras con mayor oportunidad, aspecto del que carecimos en la primera fase y en el cual realizo bastante hincapié, refirió.
Me encanta jugar en el jardín derecho, creo que los años de experiencia han contribuido mucho en la custodia de esta posición, nunca descuido el entrenamiento que me ayuda a desplazarme bien y atrapar las conexiones difíciles, acotó.
Con 36 años Andy Zamora figura entre los peloteros del equipo más seguros guante y bate en mano, su debut en series nacionales fue en la temporada de 2002, campaña en la cual los azucareros terminaron en cuarto lugar.