Por Erika Matos Castro
La historia de Reinier Roll es la de un hombre que dejó todo por sus sueños. Desde joven integró una selección nacional juvenil, llegó al equipo Industriales y hasta fue campeón nacional.
Con una carrera prometedora dejó todo y se marchó de la Isla en busca de otros sueños. Enfrentó dificultades hasta hacerlas parte de su cotidianeidad y se curtió entre ellas con algo bien claro, nunca debes abandonar tus metas. A sus 32 años todavía persigue el sueño de jugar la Liga profesional Nicaragüense donde reside hace algunos años.
Pelota Cubana conversó con el espigado lanzador habanero que no se guardó nada y habló sin pelos en la lengua.
¿Como fue tu inicio en el béisbol?
Cuando pequeño jugaba en el barrio y pasó un señor que me recomendó el entrenador de su hijo. Mi abuelo me llevó a ver a Mallorquín, el entrenador me dijo que regresara al otro día y desde entonces juego béisbol.
¿Siempre jugaste como pitcher?
Pues no yo empecé jugando de todo, tercera base, el campo corto, la segunda, jugué primera. Básicamente de todo.
¿Cómo es que llegas a lanzar entonces?
El problema es que no bateaba aunque lo intentaba a las dos manos. Los entrenadores querían aprovechar mi buen brazo y me pusieron a lanzar.
Destacas en las categorías menores hasta que llegas a los Industriales.
¿Cómo llegas allí?
Así es. Por el 2005-2006 integro la selección nacional que participa en el Panamericano Juvenil en México donde fuimos Campeones. Cuando llegué a Cuba me comunican que estaba en el equipo Industriales. Para mí y para cualquiera que juegue béisbol en la Habana eso era como un sueño y yo lo estaba cumpliendo. Pasé las 2 primeras semanas en la reserva y ya en la siguiente integré el equipo.
Háblame de tu experiencia en esos 4 años con los azules en Series Nacionales.
Mi comienzo fue regular. Tuve oportunidades de relevar en ocasiones de riesgo aunque me costó mantener el nivel. Al año siguiente el servicio militar me afectó el rendimiento. Perdí mucho peso y la falta de entrenamiento me causó problemas con el control. Ya en el último año tuve incluso la oportunidad se abrir juegos y aunque también me costó finalmente encontré el camino del éxito.
¿Qué bateadores se te hacían más difíciles?
Los bateadores de contacto. Esos que siempre me esperaban. Yo me volvía loco tirando y no encontraba la zona de strike y una vez que lo hacía me daban fácil.
¿Alguna anécdota con los Industriales?
Recuerdo en play off de 2005-2006 en Sancti Spíritus me tocó relevar con desventaja en el marcador, logré sacar el inning y caminé el juego hasta las últimas entradas. Ese día tiré 4 o 5 innings, mi equipo remontó y gané el partido. Al final de esa temporada terminamos campeones y recuerdo muy gratamente mi aporte a ese campeonato.
¿Cuál es el mejor manager que tuviste allí?
(Rey Vicente) Anglada, él siempre fue un hombre derecho. La forma de tratarnos a nosotros los peloteros siempre fue buena, nos apoyaba mucho y daba buenos consejos. Al menos durante mi estancia. Con German estuve muy poco tiempo pero lo admiraba mucho.
En qué momento decides irte de Cuba?
En el panamericano de México conocí otro mundo distinto y me quise probar fuera de Cuba. En ese torneo tuve varias propuestas de probarme en el beisbol profesional pero era muy joven aún. Quizá debí hacerlo en ese momento pero lo cierto es que regresé y luego estando en Cubá decidí que lo mejor para mí era marcharme de allá.
Enfrentaste una travesía compleja para salir de Cuba.
Exactamente. Yo estaba decidido airmey el día previsto me recogen y para mi sorpresa conmigo también se iba mi compañero Deinys Suarez. Estaban además dos boxeadores y otras personas más que no conocía. En la noche salimos en un camioncito hasta un manglar. Allí esperamos alrededor de 20 min por causa de dos lanchas guardacostas cubanas al parecer avisadas de que habría fuga. Se sintió una explosión y de repente nos dicen que entremos al mar que no tenemos mucho tiempo. Había mujeres y niños llorando. Tuve que ayudar a una señora que no sabía nadar y casi le cuesta la vida. Desembarcamos en Cancún en un lugar donde ni siquiera podíamos hacer las necesidades fisiológicas. Nos montaron como animales en una camioneta amontonados y nos llevaron a un lugar donde pasé 21 días escondido. Después de eso estaba en la frontera cruzando hasta territorio de los Estados Unidos.
¿Qué pasó después?
Después de un tiempo salí de los Estados Unidos. A partir de ahí no puedo contar muchas cosas buenas. Para empezar nunca debí irme de allí y me arrepiento de haberlo hecho. Tal vez me decidí por la desilusión de no poder firmar en ese momento, la desilusión que mi agente en ese tiempo destruyera mi prometedora carrera. Fueron muchas cosas terribles.
Te marchas a dominicana allí tienes ofertas.
Si al inicio todo estaba bien. Yo llego a dominicana tirando 94 hasta 96 millas, buena curva, buen slider, buen cambio, bien corregido el control. Entonces comienzo a desesperarme al ver que me llegan ofertas que mi agente no acepta porque exigía mucho más dinero del que ofrecían. Eso provocaba el desinterés de lo que venían con una propuesta hasta que me desesperé y me fui de allí no sin antes tener una fuerte discusión con el que hasta ese momento fue mi agente. Ese señor estropeó mi vida personal y profesional.
¿Hablabas de tus experiencias con tus compañeros?
La verdad es que cuando todo comenzó a ir mal me alejé de todos y todos se alejaron de mí.
¿Conversas aún con algunos de ellos?
Con Alexei Gil y Deinys Suarez era con las personas que más he tenido comunicación después de todo lo que pasé. Con Gil era más afín, ahora mismo la verdad ya no hablo con nadie. Con Yusmani Guerra converso cada vez que viene a Nicaragua a jugar.
¿Cómo llegas a Nicaragua?
Es una historia un poco larga. Yo estaba firmado con Atlanta, tenía en orden mi agencia libre pero por alguna razón no obtenía el desbloqueo necesario en aquellos tiempos para poder jugar por lo que no pude lanzar en ninguna de sus sucursales. La gerencia de Atlanta en su momento, incluso contrató unos abogados reconocidos pero realizar el trámite pero nunca pudieron. Después de un año la respuesta fue que mi antiguo agente puso trabas para ello. Entonces conversé con el jefe y le expresé que yo entendía que ese era un negocio en el que unos entran y otros salen pero que yo necesitaba jugar. Le pedí que me mandará a México o Nicaragua y así lo hizo.
En Nicaragua jugaste muy poco en la Liga Profesional?
Supuestamente vine a eso pero no fue así. Recuerdo que estaba en excelente forma con los entrenamientos de Atlanta pero me pasé un año haciendo try outs. Me dicen que jugaría con el Bóer y luego me informan que la plaza de extranjero era para un dominicano ex grandes ligas a las dos o tres semanas bajan al lanzador por bajo rendimiento y me llaman para el equipo. En mi segundo Bullpen me lesiono y eran tantas las ganas de jugar que no dije nada. Intenté lanzar así y eso fue peor. Por supuesto me dan baja por bajo rendimiento aunque quizá alguien debió acercarse a preocuparse por mi estado puesto que de las 94 millas que lanzaba sólo llegaba a 84. La rehabilitación me tomó casi dos años.
Entonces llegas a Rivas.
Con Rivas jugué después de mi largarecuperación. Comencé a jugaruna liga Mayor A y conozco a Elmer Reyes un pelotero local. Elmer me ve pichar un día y el radar marcaba 92 mph y me recomienda para el equipo de los Gigantes de Rivas. Para entonces la liga ya estaba por concluir pero me dicen que me darían la oportunidad pero que sería por esas dos semanas que faltaban, ya que tenían que escoger refuerzos y ya prácticamente los tenían. Al siguiente año no me podían dar la oportunidad por la situación del país el cual trajo consecuencias para la liga ya que antes eran 7 o 8 extranjeros y ahora serían 5, como estaba inactivo necesitaban priorizar peloteros que estuvieran activos jugando.
A que te dedicas actualmente?
Entreno un grupo de jóvenes lanzadores y además juego la Liga Mayor A para mantenerme activo porque a mí lo que me gusta es jugar pelota. Estoy a punto de nacionalizarme acá y espero me den la oportunidad de demostrar que puedo hacer un gran trabajo.
¿Qué aprendiste de todo lo que pasaste?
Primero uno nunca debe desenfocarse del objetivo, tener siempre en orden sus prioridades para así saber hasta dónde quieres llegar (el cielo es el límite). A mí me toco pagar y duele.
Te gustaría jugar nuevamente la Serie Nacional?
Claro que sí. Extraño jugar pelota, eso es lo que me apasiona.
Que extrañas de Cuba?
Mi familia. Aquí en Nicaragua tengo miesposa y mi hija, pero mi familia, mis padres, mis tíos, mi abuela, todos están en Cuba. Tengo 10 años sin verlos y extraño abrazarlos, que me den consejos y hasta regaños.