MARINO MARTINEZ
Hablar de Ramón Carneado es abrir una página selecta del béisbol cubano. Sin embargo, con su figura se cometió una grave injusticia: siendo el mejor manáger de la isla fue separado del equipo Industriales y nunca fue elegido para dirigir la selección nacional en eventos internacionales.
Se inició como receptor en la Unión Atlética Amateur de Cuba actuando con el uniforme del Vedado Tennis Club y luego con la Universidad de La Habana cuando los Caribes ganaron el campeonato en 1949. Luego fue firmado por los Tigres de Marianao en la pelota invernal, aunque tuvo poca actuación.
Pero la mayor virtud de Carneado era dirigir béisbol. Poseía una mezcla de erudición beisbolera, conocimientos enciclopédicos, metodología de enseñanza profesional y una estricta disciplina basada en un respeto recíproco con cada uno de sus jugadores. Tenía como concepto de que en béisbol no siempre se puede ganar con batazos y que cuando la ofensiva falla se necesita buscar la victoria con jugadas estratégicas.
“A Carneado lo tengo siempre en mi pensamiento. Fue un maestro y un estratega del deporte de las bolas y los strikes. Antes de cada partido reunía a los integrantes del equipo y con una pizarra y lapiz en mano analizaba los errores cometidos en el juego anterior’’, indicó el ex lanzador estrella Manolo Hurtado. “Además, era como un padre para todos los jugadores sin mirar la esteleridad de cada uno’’.
Cuando se elimina el profesionalismo en Cuba al terminar el torneo de 1961 ganado por los Elefantes del Cienfuegos, se inicia la Serie Nacional con cuatro equipos, el 14 de enero de 1962. Occidentales fue dirigido por Fermín Guerra, Orientales estuvo bajo la conducción de Pedro “Natilla’’ Jiménez, Azucareros lo hizo con Antonio Castaño y Habana con José María Fernández.
El equipo Industriales, que con los años se convirtió en el más emblemático en la historia de las Series Nacionales, comienza en 1963 bajo la dirección de Carneado. Esta primera novena industrialista se llevó el triunfo con 16 victorias y 14 derrotas.
Los Industriales repitieron el cetro en las próximas tres campañas (1964, 65 y 66). La última de estas victorias se produjo el 11 de marzo de 1966 cuando en un partido decisivo celebrado en el Estadio Latinoamericano derrotaron a Orientales.
La novena de 1966 dirigida por Carneado tuvo en sus filas a estrellas como Pedro Chávez, Urbano González, Agustín Marquetti, Eulogio Osorio, Tony González, Ricardo Lazo, Germán Aguila, Alfredo Street y Manolito Hurtado.