Por Jorge Ebro
Dicen que el primer showcase es inolvidable y decisivo. Yennier Cano y Lázaro Hernández pusieron todo de su parte para que los scouts que acudieron a verlos este lunes se fueran con el deseo de firmarlos con un equipo de Grandes Ligas.
Cano demostró que puede estar cerca de algún club de las Mayores con una sólida demostración de pitcheo, una recta que se mantuvo en las 95 millas y llegó a marcar 98, mientras que los rompimientos oscilaban entre las 84 y 85 millas.
El lanzador de Ciego de Avila impresionó por su dominió del montículo en el terreno de la Universidad de Miami, que estuvo atestado de evaluadores de talento de todas las organizaciones de Grandes Ligas.
Campeón con Ciego de Avila en la 54 Serie Nacional, Cano finalizó esa segunda contienda suya con foja de 11-5, y seis partidos rescatados. Una temporada más tarde volvería a coronarse campeón con los tigres con balance de 8-1 con 12 salvamentos y efectividad de 0.91.
En marzo del 2018 llegó a México y luego pasó a Argentina, donde trabajó en la liga de beisbol de esa país sudaméricano antes de establecer base en la República Dominicana y finalmente llegar a Estados Unidos.
De 25 años, el serpentinero ha integrado varias escuadras nacionales de Cuba, participó en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015 y asistió al torneo Premier 12 y en febrero del 2016 integró el equipo a la Serie del Caribe celebrada en República Dominicana.
Hernández, por su parte, dejó una grata impresión al sacar alrededor de 12 pelotas en sus rondas de práctica, y luego conectarle bien a la pelota en llamada práctica en vivo.
El tercera base de Artemisa, de 26 años, corrió las 60 yardas en 6.5 segundos y demostró ser un atleta en el mejor sentido de la palabra, con un swing rápido y potente, que sin duda dejó pensando a los scouts.
Hernández, considerado un prospecto para la selección nacional cubana, debutó en el 2011 y en seis Series Nacionales promedia para .262 con 40 cuadrangulares, ocho triples, 45 dobles y 146 impulsadas.
Ahora que pasó el primer showcase abierto para todos los equipos, llega el momento de las demostraciones privadas en caso de que exista un interés particular por una franquicia.