POR JORGE EBRO
Los hermanos Mesa son el bosque, pero Sandy Gastón es otro árbol que contemplarán los Marlins este viernes en su parque de La Pequeña Habana. No tiene un apellido de peso como el de Víctor Víctor y Víctor Jr., pero está en busca de un nombre propio.
Gastón –de apenas 16 años- finalizó tercero en efectividad (1.22 en 66.1 capítulos) en el torneo cubano Sub-15 del 2016, sólo superado por el también prospecto de los Yankees Osiel Rodríguez y el derecho de los Astros Franny Cobos.
Desde que saliera de la isla, el chico de Matanzas impresionó a los evaluadores de talento por su recta que llega a tocar las 97 millas por hora y el desarrollo de un arsenal que lleva el futuro sello de Grandes Ligas. Queda por ver si lo veremos en Miami o en otra parte de la geografía del béisbol.
¿Cómo te sientes ante el gran día en el Marlins Park?
“Primero que todo le doy gracias a Dios por permitirme estar aquí y darme la oportunidad de avanzar en mi carrera deportiva. Estoy ciento por ciento listo para dar lo mejor de mí. Estoy bien física y mentalmente’’.
Si tuvieras que describirte a ti mismo, ¿cómo lo harías?
“Lo mejor que tengo es la humildad. Para mí eso es lo más importante para llegar a donde quieras llegar. Soy súper trabajador en el terreno. Mi familia lo es todo para mí y amo profundamente al béisbol’’.
Eso es como persona, ¿y cómo lanzador?
“Me considero inteligente. Trabajo mucho en la zona. Sé que estoy todavía en un proceso de aprendizaje, que me falta, pero soy de los que busca aprender y dejar que me enseñen. Quiero llegar lejos’’.
¿Cómo te inicias en la pelota?
“Yo vivía detrás del estadio de mi pueblo, Jovellanos. A los ocho años me llevaron allí. Desde chiquito estaba en las gradas viendo los juegos. Empecé como tercera base, pero a los 11 años comenzaron a hacerme lanzador’’.
¿En qué momento el béisbol se vuelve algo más serio?
“A los 14 años entro en la escuela deportiva y en el Sub-15 gané 10 juegos con una sola derrota. Lancé dos blanqueadas, un juego sin hit ni carrera. Y ahí me dije que podía haber algo más que un juego’’.
¿Y cuándo decides irte?
“En los juveniles. Quería probarme en el béisbol más grande y salí para acá a buscar mi futuro. Y ahora estoy muy cerca de dar un paso fuerte y firme por mi futuro’’.
¿A quién admirabas como lanzador?
“A José Fernández. Siempre lo noté muy humilde, veía su forma de tratar a las personas y su manera de competir en el montículo, de pelear cada strike, cada lanzamiento’’.
Y ahora puedes firmar en la ciudad donde él brilló…
“Me encantaría jugar en Miami. Ojalá y firmara aquí. Me siento contento de estar aquí. Quiero jugar mi pelota y hacerme de un nombre. He trabajado fuerte para llegar a este punto’’.
Haz un ejercicio mental. En cinco años adelante, ¿cómo y dónde te imaginas?
“En Grandes Ligas, pero con Dios mediante lo voy a lograr en tres’’.