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Un mundo infinito. Así pudieran denominarse las estadísticas que convierten al béisbol en el deporte de mayor cantidad de números, pues casi todo se puede medir, en especial hoy con el advenimiento de la sabermetría, una ciencia que predice con mayor precisión el rendimiento de los peloteros.
Así han aparecido el OPS (la suma del average de embasado y el slugging), el Babbit (average sin tener en cuenta los ponches y los jonrones en busca de la cantidad de pelotas bateadas que cayeron de jit) y otras muchas más que harían esta relación interminable.
Existen otros métodos que evalúan el rendimiento, en este caso específico de los bateadores: la productividad. Simplemente sumemos la cantidad de carreras anotadas y de impulsadas para luego restar los jonrones, porque equivalen a una anotada y una impulsada. El resultado se divide entre las veces al bate para buscar la frecuencia de productividad.
Un compilador acucioso, Alden González Díaz, buscó los 25 bateadores más productivos en la historia de las Series Nacionales, por lo que decidimos publicar los diez primeros, con alguna referencia a peloteros conocidos y de gran experiencia.
LINARES, DESPAIGNE, BELL
Los tres primeros en la relación son hombres ilustres de la pelota cubana. De Omar Linares poco es lo que hay por añadir, sus totales de impulsadas y anotadas resultaban suficientes, aun restándole más de 400 jonrones. Algo similar ocurre con Alfredo Despaigne, a pesar de haber jugado poco en Cuba en los últimos tres años.
En cuanto a Bell, baste recordar sus 111 impulsadas en una temporada, récord todavía vigente. El santiaguero es uno de los dos peloteros en el mundo con dos jonrones con bases llenas en la misma entrada, el otro es el dominicano Fernando Tatis. Ese trío copó las tres posiciones cimeras de ese importante renglón.
SIETE ESTRELLAS
Como ustedes apreciarán en la tabla estadística que acompaña a este Tema beisbolero, los restantes siete son estrellas de nuestra pelota, con un amplio historial en Cuba y en eventos internacionales del más alto nivel: Copa Mundial, Juegos Olímpicos, Panamericanos y Centroamericanos.
Orestes Kindelán es un ejemplo de lo anteriormente escrito. El tambor mayor de los santiagueros es el líder histórico en carreras impulsadas y uno de los primeros en anotadas, por lo tanto, era lógico situarlo entre los punteros en productividad, a pesar de las 487 unidades que se le rebajan por la cantidad de cuadrangulares.
Entre quienes llaman la atención se encuentra el antesalista Yuliesky Gurriel, uno de los únicos cuatro que impulsan y anotan más de mil carreras, a solo tres puntos de Bell en la porfía por el tercer puesto, con 15 campañas jugadas en la Serie Nacional.
Para muchos será una sorpresa ver en la relación de los diez primeros a Joan Carlos Pedroso. No lo será para los seguidores del corpulento inicialista tunero, con 320 de promedio de bateo, 300 cuadrangulares y casi mil carreras remolcadas. Cuarto bate de los Leñadores por mucho tiempo, Pedroso clasifica como uno de los mejores bateadores de nuestras Series Nacionales.
Sin llegar a ser un slugger clásico es uno de los jugadores más productivos. Considerado el mejor de su territorio, conocido como el Súper 12, Michel Enríquez tiene sobrados méritos para tenerlo en cuenta, uno de los cuatro primeros con más de mil carreras impulsadas y anotadas. Junto a él, además de Linares y Kindelán, el otro con guarismos de mil y mil, impulsadas y anotadas, es el Señor Pelotero, Luis Giraldo Casanova, con average de 359 en carreras producidas.
Destacados también son José Dariel Abreu y Yoennis Céspedes, ambos con menos veces al bate, aunque con impresionantes números en varios departamentos, especialmente en los dos que conforman la productividad.