Algunos se han llevado las manos a la cabeza por los desenlaces de las primeras subseries de la segunda ronda en la 56 Serie Nacional de Béisbol, pero lo cierto es que todo se ha comportado de acuerdo al guion esperado, con los punteros imponiendo su ley y aumentando la ventaja en la cima de la clasificación.
Matanzas, Ciego de Ávila y Granma ganaron sus respectivos compromisos particulares contra Camagüey, Holguín y Villa Clara, los dos primeros con barridas, confirmándose como los elencos de mayor poderío y opciones de avanzar a la postemporada en enero.
Incluso, luego de sumar refuerzos y descansar algo en las últimas semanas, cualquiera de los equipos en carrera pasará un sinfín de desventuras para superar a los Cocodrilos, elenco que, además de tener muy bien balanceadas todas sus líneas, se encuentra en un momento dulce, con todos los vientos soplando a su favor.
Otro que también ha encontrado la comodidad es Ciego de Ávila, que no ceja en su empeño de conquistar su tercera corona al hilo, hecho que solo han logrado Industriales y Santiago de Cuba en más de medio siglo de béisbol revolucionario. Con una respuesta excepcional de sus refuerzos, más la voracidad de Vladimir García y Luis Robert Moirán, los Tigres están aptos para la hazaña.
Granma sigue el pulso jugando un béisbol muy diferente al que estábamos habituados en su caso. Ya todo no se trata solo de batazos, los Alazanes tienen una defensa segura y un cuerpo de pitcheo plagado de brazos laboriosos que han aprendido a sacar outs importantes, valores que los colocarán como rivales muy complicados de vencer.
Muy pegado se mantiene Villa Clara, aunque todavía necesita mucho mayor aporte de sus nuevos miembros, lo mismo que holguineros y agramontinos, señalados ahora mismo por su pobre ofensiva y las lagunas en su pitcheo, que incluso con la adición de los refuerzos no parece alcanzar el calibre requerido para esta etapa.
No obstante, estas escuadras han aprendido a asumir sus debilidades y trabajar muy duro para que no se noten tanto, y justamente por eso lograron colarse entre los grandes del campeonato, gesta que pueden repetir con una dosis importante de esfuerzo y voluntad.
Lo cierto es que los más beneficiados con la entrega de los peloteros y el ligero aumento del nivel cualitativo del torneo son los aficionados, que se han acercado más a los estadios. Un aumento considerable de la asistencia se pudo constatar en los parques de Matanzas, Ciego de Ávila y Granma, superando en los nueve partidos de la semana el millar de espectadores.
Todavía no es una cifra tan significativa, pero sí representa un crecimiento respecto a la fase anterior, en la cual muchos recintos quedaron desiertos, sin llegar siquiera al centenar de presentes en las gradas, un ambiente muy desalentador para los propios jugadores.
Crucial en este giro de los acontecimientos ha sido, por ejemplo, el hecho de que se efectuaran partidos nocturnos en Matanzas, donde el martes se registró un aforo superior a los 12 000 seguidores. Varios son los cambios de horarios ya notificados por la Dirección Nacional de Béisbol (DNB), los cuales contribuirán a un mayor acercamiento del público a los estadios en horarios no tan incómodos.
Este sábado Camagüey y Granma jugarán a las cuatro de la tarde y el lunes a las 7:15 p.m., mientras Villa Clara y Ciego de Ávila se medirán desde las 5:00 p.m., el presente fin de semana, y el lunes en horas de la noche. De igual forma, la subserie entre holguineros y agramontinos, del 28 al 30 de noviembre, se mueve completamente a las 7:15 p.m.
Estos son solo algunos ejemplos de cambios en los horarios de los desafíos, que hasta el momento han sido informados con suficiente tiempo de antelación por las autoridades provinciales y la propia DNB, mecanismo que esperamos se mantenga funcionando a la perfección en aras de poder ofrecer una información precisa al jugador más fiel: la afición