Por Freida Frisaro
MIAMI — La policía concluyó que hay «evidencias insuficientes» para acusar a Aroldis Chapman de un caso de violencia doméstica con su novia en la casa del lanzador cubano en la Florida, por lo que se ha cerrado la investigación.
Pero el asunto parece haber paralizado una propuesta para que Chapman llegara a los Dodgers de Los Angeles, en un canje con los Rojos de Cincinnati. Joe Torre, jefe de operaciones deportivas de Grandes Ligas, dijo el martes que no hay un plazo para tomar una decisión sobre Chapman bajo la nueva política de violencia doméstica de la liga.
Torre comentó que la liga recién se enteró del incidente el lunes por la noche.
El Departamento de Policía del poblado de Davie divulgó el martes su informe sobre el incidente del 30 de octubre. El documento menciona que hubo versiones contradictorias sobre lo ocurrido, que los testigos no cooperaron y que no se presentaron lesiones por el caso.
De acuerdo con el informe, la policía llegó a la casa en Davie, un suburbio de Fort Lauderdale, después de recibir una denuncia por un incidente doméstico. Los agentes hablaron con Cristina Barnea, de 22 años, y quien declaró que Chapman la empujó, colocó sus manos alrededor de su cuello y la «ahorcó» durante una discusión en un salón en la casa del lanzador. La mujer dijo que la discusión fue interrumpida por familiares y que Chapman se fue de la casa.
Barnea dijo a la policía que escuchó disparos poco después de la discusión y que salió de la casa y se escondió en unos arbustos hasta que pudo contactar a la policía. Sostuvo que dejó a la hija bebé de la pareja dentro de la casa.
La policía interrogó a Chapman, quien relató que la discusión ocurrió durante una fiesta. Señaló que empujó a Barnea en el hombro y le dijo que «no me hablara de esa manera», y la mujer cayó al suelo gritando.
Chapman relató a los agentes que el hermano de Barnea lo empujó y lo tiró al piso, y después el jugador se levantó, salió de la casa y subió al asiento del pasajero de una camioneta Land Rover, junto con un amigo. Enojado, Chapman golpeó la ventana del vehículo con el puño izquierdo, lo que le provocó una herida en el dedo meñique. Luego, según relató a los policías, sacó una pistola de la guantera, se encerró el garaje de la casa y realizó siete disparos a una pared de cemento y otro por una ventana, antes de tirar la pistola.
La policía informó que Chapman rehusó dar una declaración jurada o firmar un acta de la querella. Sí firmó un documento para autorizar a que los agentes allanaran su garaje.
Los agentes dijeron que Barnea recogió sus pertenencias y se fue de la casa.
El 3 de noviembre, los investigadores llamaron al hermano de Barnea, Dany, quien también se negó a ofrecer una declaración sobre el incidente. El agente le pidió el número de teléfono de su hermana, pero él se negó a darlo.
El vocero de la policía de Davie, Dale Engle, indicó que la pesquisa está cerrada «hasta que surja nueva evidencia».