Por: Javier González
Probablemente no sea sorpresa para nadie dentro de la industria, que sean los Medias Blancas y no equipos como Yankees, Dodgers o Medias Rojas, los que hayan tomado la delantera en este recién comenzado mercado invernal. A fin de cuentas, es de conocimiento público que su proceso de reconstrucción ya se encuentra terminado, por lo cual, la novena del sur de Chicago se prepara para cruzar de nivel y aventurarse al siguiente paso.
Apenas tres semanas de comenzada la agencia libre y se lanzaron con todo por el mejor receptor disponible en el mercado: el cubano Yasmani Grandal, a quien convirtieron en el pelotero mejor pagado en la historia del club ($73 millones por 4 campañas). No habían transcurrido aún 24 horas del acuerdo con Grandal, y le ofrecieron una extensión contractual de $50 millones por tres temporadas a su jugador franquicia: el también cubano Jose Abreu.
$123 millones de inversión en días consecutivos envían un mensaje muy claro.
Los Medias Blancas arrastran un talentoso núcleo que cuenta con los también antillanos Yoan Moncada, titular de la esquina caliente y el fenomenal prospecto Luis Robert Moiran, a quien MLB Pipeline sitúa ahora mismo en el top three de su listado.
El avileño debería encargarse de la pradera central a partir de 2020, y con el jardín izquierdo cubierto por otro de los mejores jugadores jóvenes de todo el negocio (Eloy Jimenez), la organización tiene una vacante en el bosque derecho, toda vez que decidieron designar para asignacion a Daniel Palka con el objetivo de hacerle espacio en el roster a Grandal.
Es precisamente aquí donde entra en la conversación el nombre de otro cubano. Yoan Moncada, José Abreu y Yasiel Puig no solamente comparten nacionalidad, sino que los tres viven en la misma provincia y jugaron en el mismo equipo mientras militaban en la Serie Nacional Cubana: los Elefantes de Cienfuegos. Además, Grandal y el propio Puig compartieron clubhouse 4 años en Chávez Ravine.
Por casualidad de la vida, el último de ellos es ahora mismo el mejor patrullero derecho disponible en el mercado, y se espera que su firma no sea exagerada. El “Caballo Salvaje” de Grandes Ligas viene de repartir su temporada 2019 entre Rojos e Indios, dejando una línea ofensiva de 267./327./458./785, con 56 batazos de múltiples bases (incluyendo 24 cuadrangulares) y 84 remolques a lo largo de 611 visitas al cajón de bateo.
Juntar en la misma alineación a chicos como Puig (RF), Moncada (3B), Abreu (1B), Luis Robert (CF), Grandal (C), además de los también latinos Eloy Jiménez (LF) y Yolmer Sánchez (2B), les llenaría de química el camerino a los patiblancos. Eso dando por descontado que pocos equipos en el negocio tendrían un orden ofensivo más balanceado, flexible y poderoso en el aspecto de juego en que se mire.
Apostar por Puig en lugar de Nicholas Castellanos (también cubanoamericano dispone en el mercado) o incluso aventurarse a desangrar su Farm System por un extraclase como Mookie Betts, tienen sus ventajas.
El primero de ellos obtuvo un índice de carreras salvadas (DRS) de -9 en la última campaña, ese fue el peor registro entre todos los jardineros derechos calificados de MLB. Juntar en las esquinas de un mismo outfield a Castellanos y Jimenez, quien por cierto, también cosechó el peor DRS (-11) entre los jardineros izquierdos a lo largo del curso 2019, no será una fórmula que ayude a ganar partidos de béisbol. Eso sin mencionar las lagunas defensivas existentes en otras posiciones (Tim Anderson y José Abreu, por ejemplo). Necesitarían un cuerpo monticular que lance en su totalidad para FIP inferior a 3.00.
Por otra parte, apostar por Betts significa ganar el título en 2020 o perder la apuesta, ya que ha dicho en reiteradas ocasiones que planea ir, si o si, a la agencia libre al finalizar la temporada. Y a decir verdad, no es cierto que este equipo tenga la madurez necesaria para coronarse en 2020 (aunque todo puede pasar).
Apostar por Puig además, desde el punto de vista financiero, les dejaría en mejor posición para perseguir al menos un abridor para su intrigante rotación.
La nómina de los Medias Blancas se encuentra en estos momentos en $77.9 millones de dólares, y se espera que ascienda aproximadamente hasta los $108.5 millones luego de rebasados los procesos de pre-arbitraje y arbitraje salarial, por lo que el umbral de Luxury tax no será un problema para el ejecutivo Rick Hahn.
Sígueme en Twitter como: @JavierGH1213