Por Yuri Díaz
Dos de las figuras que más méritos han alcanzado en los últimos años en la historia de nuestro béisbol son sin dudas José «Pito» Abreu y Yuli Gurriel.
Ambos peloteros tuvieron actuaciones muy destacadas en Series Nacionales. Pertenecen a lo que más brilló en los últimos 20 años en la pelota nacional y en los equipos Cuba. También se encuentran en el top 10 en promedio de bateo de por vida en nuestro país, por donde han recorrido cientos de nombres de peso después de 1959.
Ambos dieron el salto hacia el béisbol rentado aunque en el caso de Gurriel la decisión vino un poco tarde para el gusto de muchos, 32 años. Quizás llegar con 22 años a la MLB después del primer WBC era el momento indicado, le hubiera permitido limar deficiencias técnicas y lógicamente cosechar mayores números en la gran carpa. Pero quizás una lesión como le sucedió a Kendrys hubiera frenado su carrera o peor aún terminado con ella. En ambos casos no pasa de ser hipótesis, y lo que pudo ser no fue.
Indiscutiblemente la edad es un factor importante que señala a todos los especialistas que la carrera del Yuli hubiese sido fructífera de haber arribado antes. Pero la madurez mostrada por el de la tierra del Yayabo al llegar a grandes ligas fue sorprendente. Tuvo la posibilidad de pasar por Japón antes de jugar al máximo nivel lo cuál fue experimentar un incremento gradual de calidad que le permitió adaptarse mucho más fácil. Guarda entre sus logros El anillo de Serie Mundial en el 2017 dónde fue protagonista sin dudas imponiendo récord de indiscutibles para un cubano en post-temporada.
Sin embargo el 2019 a mi entender fue la mejor temporada de su vida. Con 35 años alcanzó números que lo colocaron entre los mejores primeras bases del campeonato. Hasta ese momento se veía como un pelotero por encima de la media pero sin grandes destaques.
El caso de Abreu fue sorprendente pues es uno de los tres bateadores que pasó directamente a jugar de series nacionales a MLB sin pasar por menores. Los otros fueron Alexei Ramírez y Yoenis Céspedes. Pito ha sido una verdadera máquina de bateo desde su llegada a Estados Unidos. Su premio de novato del año, su participación en 3 juegos de estrellas y sus 2 bates de plata sustentan la afirmación anterior. La consistencia año tras año lo colocan en el número 1 en cuanto a rendimiento se refiere entre jugadores de la mayor de las Antillas.
Es considerado por la mayoría el mejor pelotero cubano en la MLB en la actualidad. Este año ha descosido la Rawlings, no sólo se acerca a su tercer bate de plata sino también está en la lucha por el MVP de la liga Americana. Su producción ofensiva ha guiado a los White Sox a playoffs después de 12 años de ausencia. Para alegría de muchos lo veremos en octubre liderando a los patiblancos.
A petición de seguidores y fanáticos me propuse hacer esta recopilación estadística de ambas figuras. Se compilaron sus números de por vida en SN, NPB y MLB. No así de equipos Cuba, series provinciales y ligas menores. Tomé como referencia las páginas oficiales de béisbolcubano , Béisbol Reference y MLB. Los resultados cubrieron todas mis expectativas.
Yuli con mayor protagonismo en sus 15 años en Cuba lo cual hace que al tener más veces al bate (casi el doble de las de Abreu) su AVE total de por vida sea más alto. Abreu con mayor protagonismo al máximo nivel y más veces al bate que el espirituano (casi el doble) impresiona con su promedio de bateo en la pelota más difícil y de mayor calidad en el mundo. Su bateo de largometraje a través de su carrera lo hace superar al Yuli en Hr en casi 800 veces al bate menos de por vida.
Sin dudas son dos Titanes de nuestro béisbol. Gurriel más cercano al final, lógico por un problema natural de la edad. Pero como siempre he afirmado su buena forma física y su rendimiento que cumple las expectativas pudieran permitirle jugar al menos 2 años más. Una alegría sin dudas.
Abreu con más historia que escribir y de la buena buena.
Cómo siempre digo el futuro nos contará la verdad. Aquí les dejo los números, admírelos quien los quiera admirar, compárelos quien los quiera comparar, de todos modos para eso están.
No sé trata de decir que uno es mejor que el otro aunque se respeta el criterio de cada cuál, todos tenemos preferidos. Se trata de dar seguimiento a la carrera de estos dos colosos de nuestra pelota que tantas alegrías nos han regalado y seguirán regalando, no tengo dudas de ello. Desde hace mucho tiempo ya pertenecen a los inmortales de Cuba. Yo los ubico allí.