Por Jorge Ebro
Irving del Río acaba de recibir dos buenas noticias: la Oficina del Comisionado de las Mayores lo declaró agente libre y los Yaquis de Obregón lo tienen en nómina para la nueva temporada de la Liga del Pacífico.
Utilizado en la labor de relevo, del Río vio acción en porciones de cinco Series Nacionales -por eso es agente libre con restricciones- donde finalizó con promedio de carreras limpias de 4.36 y balance de 9-9, pero el relevista insiste que ahora es otro jugador totalmente diferente.
«El actuar fuera de Cuba y utilizar métodos de entrenamiento rigurosos me han mejorado enormemente», apuntó del Río, de 25 años. «Creo que soy alguien capaz de ayudar a un club de las Mayores. Me siento muy motivado».
La idea de abandonar la pelota cubana nació en del Río tras participar en la Serie del Caribe en Isla Margarita con Villa Clara en el 2014, donde la mente se le llenó de comparaciones e ideas.
Poco después dejaba de jugar pelota y finalmente les comunicó a las autoridades deportivas de su provincia que pedía su liberación total, sin entrar en detalles sobre su futuro.
En el 2015 salió rumbo a República Dominicana y de ahí continuó curso hacia México, donde decidió establecer residencia legal antes de pasar a la sucursal de los Tigres de Quintana Roo en la Liga Norte de ese país.
Su última temporada en la Liga Norte fue con los Tiburones de Puerto Peñasco, donde fue visto por los Yaquis, uno de los clubes más históricos del principal circuito profesional en tierras aztecas.
La contienda de la Liga del Pacífico comenzará a fines de octubre y le servirá como excelente vitrina a del Río.
«Desde que salí de Cuba sabía lo que quería y voy a luchar por eso con todas mis fuerzas», recalcó del Río, quien se encuentra solo, pero tiene una hija en Cuba. «Tengo la oportunidad de escribir un nuevo capítulo en mi carrera».