El nivel superior de las Ligas Menores, Triple A, vio transitar por sus dos circuitos a una notable representación de jugadores cubanos, entre los cuales sobresalió Pedro León como el más destacado.
El mayabequense permaneció casi todo el año en la sucursal de los Astros de Houston. En 118 encuentros bateó para .299 (469-140), con 78 carreras anotadas y 90 empujadas, 25 dobles, dos triples, 24 batazos de vuelta completa, 29 almohadillas estafadas en 40 intentos, 43 boletos, 144 ponches, .372 de OBP, .514 de slugging, .886 de OPS y 241 bases recorridas.
Su nombre estuvo entre los punteros en varios departamentos en la Liga de la Costa del Pacífico: fue segundo en pelotazos (14), tercero en intentos fallidos de robo de base (empatado a 11 con Jordyn Adams, de los Angelinos), quinto en empujadas y en bases recorridas (abrazado con Tirso Ornelas, de los Padres), sexto en hits (igualado a 140 con Blaine Crim, de los Vigilantes), séptimo en average y ponches, octavo en bases robadas y OPS, noveno en jonrones y slugging y décimo en extrabases (empatado a 51 con Kody Hoese, de los Dodgers).
Su protagonismo no quedó ahí. Iniciando la campaña, el 27 de abril, conectó un cuadrangular que recorrió 479 pies, el más largo conectado por un cubano en las Menores en la era Statcast (desde 2015).
Fue pieza clave en el Sugar Land Space Cowboys, monarca de su liga y vencedor en el Juego por el Campeonato Nacional de Triple A. Como merecido colofón resultó elegido como jardinero en el Equipo Todos Estrellas de la Liga de la Costa del Pacífico.
Todo lo anterior avaló que, finalmente, fuera recompensado por la gerencia de los siderales y resultara promovido a inicios de agosto para la Gran Carpa, donde actuó en solo siete duelos y no dejó buenos números.
Otros cubanos con un desempeño digno de resaltar en Triple A resultaron César Prieto, Yuli Gurriel, Franco Alemán y Yosver Zulueta.