Por Jorge Enrique Jerez Belisario
El “uno” de los equipos Cuba, para muchos quien mejor ha dominado la técnica del toque de bola en la pelota nacional, Luis Ulacia, de los grandes primeros bates que ha pasado por el béisbol cubano, se volvió a poner el traje de pelotero. Esta vez no salió a la grama del Cándido González, estadio que tantas veces aplaudió sus jugadas, sin embargo, volvió al cajón de bateo; no creyó en los lanzamientos difíciles, en preguntas en curvas y slider sobre el presente y futuro del pasatiempo nacional. Una vez más, Ulacia supo esperar su bola y conectar, como siempre lo hizo madero en mano, imparables respuestas.
CURVA EN LA ZONA BAJA
—¿Qué perspectivas le ves al equipo de Camagüey para esta Serie Nacional?
—Un factor muy importante es la unidad que se ha logrado dentro del conjunto. Estamos preparados para dar ya ese salto que venimos esperando desde hace años. Tenemos condiciones y mucha juventud. Nuestro staff debe consagrarse ya esta temporada, porque un lanzador no se hace en 12 meses. La preparación ha sido bastante buena, pero ellos tienen que ser conscientes de su responsabilidad en el equipo y ganar en sentido de pertenencia.
“El atleta ha de pensar en su responsabilidad en cada turno; desgraciadamente muchos van a batear pensando en dar un jonrón, en decidir, en ser protagonistas, cuando lo que hace falta, a lo mejor, es un sacrificio. Desde mi punto de vista eso nos falta. Somos de los equipos que más corredores dejamos en posición anotadora; no por presión sino porque en el momento de la verdad no tomamos la decisión correcta. Hay quien batea .250 y para un equipo es más importante que uno que batee .400, porque rinde, se sacrifica, anota y produce carreras.
“Eso no pasa solo en Camagüey, ocurre en el béisbol cubano en general, veo pocas acciones técnico-tácticas dentro de un equipo. Cuando mejoremos esto y cada cual, según la situación del juego, sepa qué le toca hacer; cuando logremos la disciplina táctica necesaria de un juego en equipo, estaremos más cerca de obtener mejores resultados”.
SLIDER AFUERA
—¿Qué opinión te merece la actuación de la pelota en Barranquilla?
—Estábamos en condiciones de hacer más, sin menospreciar otros conjuntos del área que tienen calidad. No puedo dar criterios de la preparación, porque no estuve, pero lo cierto es que no funcionó. A los equipos débiles hay que aplastarlos, no se puede jugar bien solo con aquellos que sean buenos. Eso nos sucede aquí en Camagüey también y por ello nos cuesta trabajo ganar subseries.
CAMBIO DE VELOCIDAD EN LA ZONA ALTA
¿Qué crees que se le pueda mejorar a la Serie Nacional?
—Lo primero parte del deseo del pelotero por brindar un espectáculo. Un par de spike o un guante no me puede bajar mis rendimientos, no puede quitarme las ganas de jugar béisbol. Los muchachos ahora tienen mejores condiciones que en mi época: Hotel, se mueven en Yutong, salarios más altos… Hoy se justifica todo: que la comida, que si los guantes, que si la ropa… están más interesados por lo material que por lo que son capaces de brindar al pueblo y al espectáculo; pero antes todo el mundo sabía lo que debía hacer, había amor por el deporte, por la camiseta.
“En la actualidad, se aprenden más fácil una canción de Gente de Zona que una acción técnico-táctica que llevan meses entrenando. Es imposible que en 24 segundos se te olvide tu rol en una determinada jugada”.
“El béisbol es mi pasión. Siempre salí al terreno con aquello de darlo todo; a veces me molesto con la tranquilidad que se asume un error, todo pasa y no se hace nada. Es verdad que las pifias están en el juego, pero hay errores tácticos imperdonables que se den en series nacionales.
“También se nos van muchos muchachos; ya hay talentos que ni llegan a la Serie Nacional. Hay mucho dinero en juego, no sé que va a hacer la Dirección Nacional, tampoco tengo una solución en mente, pero es urgente hacer algo. Tenemos mucho talento aún que debemos preservar”.
— ¿Y la serie Sub 23?
—Yo soy defensor de ese campeonato, lo creo necesario; es la forma que tenemos para ir puliendo detalles antes de que nuestros atletas lleguen a la Serie Nacional. Ha alcanzado un nivel muy bueno; esos jóvenes ya son la base de cada uno de sus equipos en la SNB. Se puede mejorar, en lugar de jugar 40 partidos pudiéramos extenderla a 60 y así los muchachos se desarrollan más.
“Pero no es solo la Sub-23, hay que recuperar las base y las categorías inferiores para que lleguen a los juveniles y a la de menores de 23 años más hechos como peloteros. Este año se recuperó el 13-14 que hacía rato estaba desaparecido. Nos faltan eslabones en la pirámide”.
SINKER PEGADA
—¿Adolece Cuba de primeros bates?
—Es una asignatura pendiente. Roel Santos tiene muchas condiciones, he conversado con él sobre algunos detallitos. Es muy disciplinado.
“De manera general no solo se han perdido los primeros bates, también los segundos, terceros, quintos… y para que un equipo funcione, desde el primero hasta el noveno deben estar claros de su función y responsabilidad.
“Hoy muy pocos batean en conteo, muy pocos esperan bolas; no tocan, piensan en dar el jonrón. Antiguamente los primeros bates en Cuba bateaban por encima de .300, esperaban bolas. Yo por ejemplo disfrutaba mi toque, disfrutaba robar”.
RECTA DURA AL MEDIO, ESPERÓ SU BOLA Y CONECTÓ DE HIT
—¿Te viste alguna vez con la calidad como para jugar en la Gran Carpa?
—Me hubiese gustado competir en las Grandes Ligas; nunca deserté porque no iba a dejar atrás a mi familia y a mi país. ¿Por qué los cubanos no tenemos la misma oportunidad de los dominicanos, venezolanos o puertorriqueños de jugar en la MLB sin tener que dejar atrás todo? Déjenme vivir en Cuba, ¿por qué tengo que desertar para jugar en el techo del béisbol mundial? Ese fue mi sueño y no pude cumplirlo porque soy cubano 100%.