Por Jorge Ebro
Desde Yoenis Céspedes a la fecha, los Alazanes de Granma han perdido buena parte de su establo de peloteros que han partido a buscar el sueño de Grandes Ligas, el último de ellos se llama Edgar Escobar Noris.
Un lanzador con una recta potente, Escobar firmó un pacto con los Cardenales y se reportará en los próximos días a la sucursal de los pájaros rojos en la Liga de la Costa del Golfo, en la Florida.
«Gracias a Dios logré mi primer objetivo», comentó Escobar. «Ha sido un proceso muy duro y de mucho sacrificio desde que salí de Cuba, pero ahora me siento muy contento y muy orgulloso de poder conseguir esta oportunidad con los Cardenales de San Luis».
Nacido en Bayamo, Escobar logró establecer residencia en Uruguay antes de comenzar los trámites para asegurar la agencia libre con los servicios de la compañía de representación Cobb Sports Group.
Escobar, quien se preparó en la Academia Rubén Amaro en Maracaibo, Venezuela, se une a una franquicia que posee otros prospectos cubanos como José Adolis García, Héctor Mendoza, Randy Arozarena y Rangel Ravelo.
«Ahora solo tengo que enfocarme en seguir adelante y demostrar que puedo ser un gran lanzador», agregó Escobar, de 21 años de edad. «Mi brazo está sano y fuerte, y eso es lo más importante».
Por esa edad y tener apenas tres temporadas en Cuba, Escobar calificó como agente libre con restricciones, sujeto a los dictados del convenio laboral que ajusta una cantidad de gasto inalterable para los equipos de las Mayores en el mercado internacional.
El lanzador debutó en Series Nacionales con 17 años como miembro del equipo de Granma y en 36 actuaciones en tres contiendas -principalmente de relevista- finalizó con 5.52 de promedio de carreras limpias.
El lanzador debutó en Series Nacionales con 17 años como miembro del equipo de Granma y en 36 actuaciones en tres contiendas -principalmente de relevista- finalizó con 5.52 de promedio de carreras limpias.
Más allá del estelar Céspedes, otros peloteros salidos de Granma son Urmari Guerra y Adrián Moreno, mientras que el poderoso Alfredo Despaigne brilla en la pelota profesional japonesa.
«Dejé mi familia atrás por un sueño que hoy gracias a Dios, están comenzando a hacerse realidad», apuntó Escobar.