POR JORGE EBRO
Miguel Valdés es un nombre imprescindible en la pelota cubana.
Vivió una era dorada como jefe técnico de una selección nacional que solía ganar cuanto torneo le pusieran por delante. Eran tiempos donde el pelotero de la isla no emigraba, en que los profesionales aún no participaban.
Así y todo, Valdés era uno de los rostros del éxito, de esa hegemonía antillana que hoy sirve de triste contraste con el momento del país en el pasatiempo nacional. La plata de la Serie del Caribe en Panamá no sirve de consuelo para nada ni nadie.
Quizá porque presumía el resultado final, Valdés no gastó un minuto de su tiempo en ver la actuación de Cuba en tierras canaleras. No quería, en el fondo, constatar lo que hace rato él ya sabía.
¿Qué opinión sacas de Cuba en la Serie del Caribe?
“Ninguna, porque no la vi. Después que me fui de Cuba estuve siguiendo algunos torneos, pero hay un sentimiento interno que prácticamente no me deja ver la pelota cubana actual’’.
¿Por qué?
“Yo estaba acostumbrado al Cuba campeón. Por muchas razones ahora Cuba no es campeón, no solamente porque se trabaje bien o mal. Son muchas razones que todos saben cuáles son. La medalla de plata no existía en la época mía en el equipo nacional’’.
El cubano es bueno en lo individual, pero cuando se forma un equipo…
“Hay interioridades que no conozco, pero una preparación para un evento necesita topes de confrontación. Tengo entendido que Cuba no sale a topar por muchas razones. Si no topan, van a estar en desventaja con todo el mundo y será difícil ganar torneos’’.
¿Cuán decisivo es eso?
“Si no ves a los contrarios que vas a enfrentar antes de competir, va a ser muy difícil. En mi época topábamos con todo el mundo, con Japón, con China, con los Estados Unidos, con los equipos que pensaba que nos iban a hacer fuerza. Había que salir a buscar los topes’’.
¿Hay déficit de managers en Cuba?
“Siempre pensé que los peloteros de nivel alto iban a ser los sucesores de nosotros, porque tenían la sabiduría que les trasladó el mejor grupo de entrenadores que existía en aquel momento en la selección nacional: la educación, el respeto, la profesionalidad, la exigencia, la metodología’’.
¿De quién hablas, por ejemplo?
“De los Antonio Pachecho, LourdesGurriel, Luis Giraldo Casanova, Víctor Mesa, Omar Linares, ellos eran los que tenían que seguir con la antorcha. Y ahora no veo a nadie de esa gente dirigiendo. No sé que pasó con ellos. Pensé que había ahí una cantera grande, porque vivieron una metodología diferente que daba resultados. 151 juegos ganados seguidos no son casualidad’’.
¿De verdad que no viste ni un juego?
“No, ni uno’’.
¿Entonces es fuerte el dolor?
“Mucho, es mucho dolor’’.
UN CENTRO DIAGNÓSTICO COMO NINGUNO
Cansado de tanto viajar y poco dormir, Valdés se retiró de su trabajo con los Mets de Nueva York, pero no de la actividad física y menos del béisbol, porque sigue ejerciendo su maestría en el centro Fitness Lovers 305.
“Queremos hacer algo diferente con este gimnasio, una atención como no se da en otros centros similares, muy personal’’, explica Valdés. “Pero lo importante es que hemos creado un centro diagnóstico para evaluar problemas de pitcheo y bateo, y encontrar soluciones. Te digo algo más: vamos a poner en práctica una metodología para evitar el riesgo de las operaciones de Tommy John’’.
Con un sistema de varias cámaras y un software de apoyo biomecánico, Valdés grabará los movimientos de lanzadores y bateadores para buscar las fallas -solo con el madero se pueden cometer 50 errores, afirma el técnico-, especialmente aquellas que tienden a romper los ligamentos del codo en los jóvenes pitchers debido a malas mecánicas.
Ubicado en la 2206 SW 8St, el gimnasio surge de la experiencia de Vadés para brindar orientación profesional y estudios personalizados sobre la salud de cada cliente.
El área de Béisbol, y su nuevo centro diagnóstico que es único en su tipo, es atendida de manera directa por Valdés, quien asegura tener el remedio para atenuar o evitar las rupturas de ligamento de codos que se han convertido en una plaga dentro de los lanzadores de todos los niveles.
“Lo que intentamos es que los lanzadores describan un círculo redondo en sus movimientos, que no fuercen el ligamento que es la causa del Tommy John’’, expresa el especialista cubano. “Eso lo vamos a solucionar con el uso de una avanzada tecnología para hacer un análisis biomecánico’’.