En la presente campaña beisbolera cubana, Ciego de Ávila y Pinar del Río encabezan la tabla en gran medida por el rendimiento de su cuerpo de lanzadores

No existe en el béisbol un equipo grande sin un buen cuerpo de pitcheo. La ofensiva será siempre importante—imposible ganar sin marcar carreras—, pero parar en seco el ataque del conjunto rival es una garantía de triunfo: usted puede salirse con la suya anotando en menor cantidad de ocasiones. Un 1-0 o un 2-1 es tan victorioso como un 10-5.
En la presente campaña beisbolera cubana dos selecciones permanecen en los primeros lugares de la tabla, Ciego de Ávila y Pinar del Río, y todo indica que ambos estarán envueltos en las semifinales buscando un puesto para discutir el título.
No están ahí por casualidad. Si observa con detenimiento los primeros lanzadores en promedio de carreras limpias y cantidad de victorias y derrotas salta a la vista que tanto avíleños como pinareños tienen a varios de sus representantes entre los 15 primeros.
Sin incluir los juegos del miércoles, el binomio de los Tigres formado por Vladimir García y Dachel Duquesne acumula 18 victorias con 6 derrotas, el Cañón de la Trocha promediando para 2,40 y Duquesne 2,45. Es indudable que cuando uno de los dos está en la lomita las posibilidades avileñas de salir airosos aumentan en un buen por ciento.
En este renglón, pitcheo, no hay dudas de que el mejor elenco es el de los Vegueros vueltabajeros. Ningún otro equipo aúna a cuatro abridores de la calidad de Vladimir Baños, Yosvani Torres, Erlis Casanova y Yaifredo Domínguez, entre ellos suman 25 sonrisas de las 45 conseguidas por los pinareños, quienes también cuentan con un cerrador estelar, el zurdo Liván Moinelo, con seis éxitos. Todos ellos promedian por debajo de las tres carreras limpias, algo no muy común en el béisbol cubano de hoy.
Con el resto de los concursantes no sucede lo mismo. Para la mayoría de los mentores resulta todo un dolor de cabeza cuando ya pasaron por la tabla de lanzar sus dos primeros abridores. No todos poseen un tercero efectivo y mucho menos un cuarto. Por esa razón no es casualidad de que la cima de la 55 Serie esté ocupada por Ciego, escoltado por Pinar. A mejor pitcheo, mejores resultados.
Ya en los finales de la temporada 55 de nuestro béisbol se hace necesario desde ahora un estudio a profundidad de las dificultades del pitcheo en el país. Tradición hay, desde Vinent y Huelga hasta Lazo, Valle, Ajete, Faustino y muchos más. Estoy convencido de que sobra talento. Pero falta, por solo citar dos elementos, mayor atención a la técnica en la base y a la táctica cuando se llega a la categoría superior.