Por Jorge Ebro
El Gallego es una institución del béisbol en Miami. Todo el mundo le conoce de esa manera, pero su nombre es José Fernández y desde que llegara a los Estados Unidos, a los 42 años, se ha labrado un respeto en los círculos del béisbol.
Técnico de Asignaciones Especiales de los Rangers de Texas, este cubano supervisa ahora el progreso de varios compatriotas suyos que forman parte de esa organización, prospectos preciados como Andy Ibáñez, Julio Pablo Martínez, Hasuán Viera, Diosbel Arias y Yanio Pérez.
Junto con los coaches René Bello y Carlos Núñez, Fernández imparte su magisterio a estos jóvenes que llegaron de Cuba con la ilusión de jugar Grandes Ligas y están cercanos –unos más que otros- de lograrlo.
En la isla era parte de la Comisión Nacional de Béisbol y le costó mucho trabajo adaptarse a los sistemas profesionales, por eso entiende el sacrificio de los suyos y por eso no se cansa de ayudar.
“Estamos creando una base física para que ellos lleguen en las condiciones idóneas a la primavera. Sobre todo hacemos un trabajo de resistencia de piernas para que ellos puedan resistir una competencia prolongada’’.
¿Qué haces básicamente por estos días con estos muchachos?
“Estamos creando una base física para que ellos lleguen en las condiciones idóneas a la primavera. Sobre todo hacemos un trabajo de resistencia de piernas para que ellos puedan resistir una competencia prolongada’’.
¿Cómo ves el desarrollo de Andy Ibáñez?
“El ya esta listo para jugar en Grandes Ligas. Hay equipos que están en reconstrucciones, como el nuestro, y otros que están hechos, pero en estos momentos está invitado al entrenamiento con el equipo de Grandes Ligas, así que puede pasar cualquier cosa’’.
¿Y Julio Pablo Martínez?
“Un súper talento. Todo el mundo sabe quién es. Un jugador de cinco herramientas que tiene un futuro promisorio en nuestra organización. Acaba de firmar hace ocho meses y ya tiene tremendos resultados. Esperen cosas importantes de él’’.
Hablame de los otros.
“Hasuán Viera posee un físico imponente que puede jugar en primera y en los jardines. Necesita un poco de ajustes, sobre todo en el swing. Diosbel Arias es lo que nadie esperaba, un jugador de 6.4 de estatura que se mueve por todo el infield y este año bateó .380 en Clase A’’.
Un caso interesante es el de Yanio Pérez…
“Es otro jugador de Grandes Ligas en potencia, pero se descuidó el peso corporal. El año pasado no vino con nosotros. Si logramos liberarle la grasa, va a estar listo y esta temporada debe terminar en Doble A. Su fuerza es impresionante’’.
¿Qué quisieras ver en ellos en los próximos meses?
“Yo y mi equipo de trabajo queremos que el progreso sea rápido, que el tránsito por las Menores sea el más rápido posible y que lleguen a las Grandes Ligas. Todo va funcionando hasta el momento’’.
Entonces, ¿Texas tendrá sus cubanos en las Mayores pronto?
“Si no es con Texas será con otro equipo, pero los cinco poseen el talento para llegar. Desde que yo comencé hace 10 años con la franquicia he visto el ascenso de varios talentos que no son cubanos, que vienen a Miami y pasan por nuestro programa’’.
¿Qué predicas acá en tus clases?
“Que lo primero es el enfoque profesional. Eso no es portarte bien ni ser disciplinado. Ningún muchacho cubano es malo, lo que necesitan es gente que los adapte y los lleve, estructura. No son diferentes a los dominicanos o venezolanos, solo que esos van a academias y los cubanos llegan directo. Todos son buenos y todos hacen el esfuerzo por llegar. Debemos reconocer que muchos llegan directo y hacen impacto en Grandes Ligas’’.