Por Aliet Arzola
Jorge Soler, José Abreu, Yuli Gurriel, Yasmani Grandal, Yordán Álvarez, Yoan Moncada, Yasiel Puig, Lourdes Gurriel… Los bateadores cubanos se montaron en el carro de los jonrones de MLB en otra temporada histórica, con nuevo récord de vuelacercas (6.776) que dejó en el suelo la anterior primacía (6 105) de hace solo dos campañas.
Si no se había enterado, los antillanos llegaron hasta un gran total de 308 vuelacercas, detrás de los cuales hay un montón de puntos divertidos. ¿A qué equipo castigaron más los cubanos? ¿Cuántos lanzadores sufrieron la furia caribeña? ¿En qué situaciones se pegaron los estacazos? ¿Cuál fue el más largo?
Todo eso y mucho más les propone OnCuba en esta radiografía de los jonrones cubanos en 2019.
Si pegas 308 bambinazos en un año, lo normal es que colecciones una buena cantidad de víctimas. En el caso de los cubanos, castigaron a 212 tiradores, entre ellos varias figuras ilustres, ya sea por su gran 2019 o por su historial en el béisbol de Estados Unidos.
Los que peor salieron de toda esa lista son Daniel Norris (Tigres de Detroit), el boricua Jorge López (Reales de Kansas City) y dos de los principales serpentineros del año en las Mayores: Gerrit Cole (Astros de Houston) y Shane Bieber (Indios de Cleveland), quienes recibieron cinco bombazos de los artilleros de la Isla.
Llaman la atención aquí los casos de Cole y Bieber, envueltos en campañas espectaculares. El diestro de los Astros impresionó con 326 ponches, efectividad de 2.50 y WHIP de 0.895, mientras Bieber fue una de las revelaciones del pitcheo abridor de la Tribu, con 259 estrucados y promedio de limpias de 3.28.
Pero si hablamos de pitchers distinguidos que vieron volar pelotas antillanas, no se puede dejar de mencionar a los ganadores del Cy Young: Blake Snell, Chris Sale, David Price, CC Sabathia, Jake Arrieta, Justin Verlander, Rick Porcello y Clayton Kershaw.
Otros que también cayeron en la telaraña de poder de la Isla fueron Cole Hamels, Charlie Morton, Stephen Strasburg, Madison Bumgarner, José Berríos, James Paxton, Edwin Díaz, Jack Flaherty, Luis Castillo, Andrew Miller, Masahiro Tanaka, Yu Darvish, Mike Minor, Trevor Bauer, Jordan Zimmermann y Lucas Giolito.
¿Cubano vs. Cubano?
La Isla contó esta temporada con 11 lanzadores en las Mayores, casi todos en función de relevistas, aunque algunos también aparecieron ocasionalmente como abridores. A pesar de que había una buena cantidad de cubanos en la lomita y en el rectángulo ofensivo, no fueron tan frecuentes los cruces entre sí.
Quizás por eso los toleteros antillanos solo pegaron un jonrón a sus compatriotas. Claro, ese único vuelacercas no podía ser uno cualquiera, y el villaclareño Yandy Díaz lo tuvo en cuenta.
El 11 de mayo, en el Tropicana Field de Tampa, el utility de los Rays salió a batear en el octavo episodio con el choque 4-2 favorable a los suyos, dos outs y par de compañeros en circulación. Frente tenía al zurdo de los Yankees, Néstor Cortés Jr., quien venía realizando una aceptable faena de relevo desde el séptimo capítulo.
Cortés se puso arriba en el conteo con un strike cantado, después tiró una bola y recibió un foul, para entonces servirle un “caramelo” en bandeja de plata a Yandy, quien no perdonó con un largo batazo de 393 pies por el bosque derecho.
La conexión separó definitivamente a los Rays, que a la postre se llevaron la sonrisa con marcador de 7-2.
Los Tigres no pueden ver a los cubanos
Detroit vivió una de las más decepcionantes temporadas de los Tigres, que terminaron en el sótano de la División Central de la Liga Americana con 114 derrotas, la mayor cantidad para cualquier equipo en las Mayores este año.
Al estar en el mismo grupo, chocaron en múltiples ocasiones con Jorge Soler (Reales de Kansas City) y la dupla de José Abreu y Yoan Moncada (Medias Blancas de Chicago), tres de los cubanos que más vuelacercas pegaron en la temporada.
Esa coincidencia los antillanos la aprovecharon muy bien, al punto de que entre los tres le conectaron 18 cuadrangulares (10 de Soler, cinco de Moncada y tres de Abreu) a los Tigres, quienes en total recibieron 27 cohetes de vuelta completa de todos los bateadores cubanos en las Mayores.
También aprovecharon el endeble pitcheo de Detroit Leonys Martín (tres), Aledmys Díaz (dos), Adeiny Hechevarría (dos), Lourdes Gurriel Jr. (uno) y Yonder Alonso (uno).
El segundo equipo que más sufrió ante el poder cubano fueron los Angelinos de Los Ángeles, maltratados con 21 jonrones (seis de ellos de Yuli Gurriel y cuatro de “Pito” Abreu). Detrás de ellos siguieron como víctimas preferidas los Rangers de Texas (18), los Reales de Kansas City (18) y los Yankees de Nueva York (17).
En total, los toleteros de la Isla pegaron al menos un cuadrangular a cada uno de los 30 conjuntos de las Mayores. A punto de escapar de los bates antillanos estuvieron los Bravos de Atlanta –solo permitieron un vuelacercas de Yasiel Puig– y los Diamondbacks de Arizona, quienes cargaron con un bombazo per cápita de Randy Arozarena y Lourdes Jr.
El estadio talismán
No es de extrañar que los estadios que más disfrutaron el poder de los bateadores cubanos sean, precisamente, la casa de estos. Minute Maid Park (Astros), Guaranteed Rate Field (Medias Blancas) y Kauffman Stadium (Kansas), vieron partir 117 pelotas de los maderos antillanos, casi el 40 % del total de jonrones de los nacidos en la Isla en la campaña del 2019.
La carrera como el parque talismán de los caribeños la ganó el Minute Maid de Houston, donde Yuli Gurriel, Yordan Álvarez y Aledmys Díaz se combinaron para 38 cuadrangulares, mientras Lourdes Jr., Leonys, Soler, Abreu y Grandal añadieron otros ocho batazos de vuelta completa en el cuartel general de los Astros.
El siguiente en la lista fue el Guaranteed Rate Field de Chicago, feudo de las Medias Blancas. Tampoco es sorpresa su inclusión en el tope del registro, pues allí “Pito” y Yoan Moncada comparten club house, sin obviar que Yonder Alonso también estuvo en el plantel de la Ciudad de los Vientos al inicio de la temporada.
Ese trío produjo 35 jonrones en el antiguo U.S. Cellular Field, donde incordiaron con su poder visitantes incómodos como Soler (botó cuatro bolas allí), Yulieski (dos) y Leonys (1), para totalizar 42 bambinazos en esa plaza.
Lógicamente, el tercer escaño del listado le corresponde al Kauffman Stadium, que vibró a sus anchas con los 21 jonrones de Soler como local. Sin embargo, las debilidades de un equipo como Kansas permitieron que otros seis cubanos también se llevaran las cercas en su hogar, hasta computar 29 cuadrangulares de jugadores de la Isla.
Los antillanos rayaron la tarjeta en todos los estadios de las Mayores e, incluso, llevaron su poder a la valla mexicana, que disfrutó con sendos vuelacercas de Puig y “La Piña” en Monterrey, sede de los duelos Cincinnati-San Luis y Houston-Angelinos.
En cambio, a punto de no observar ni un solo jonrón de los antillanos se quedaron los fanáticos de Arizona. El Chase Field parecía que iba a escapar del poder de los de Cuba, pero a finales de septiembre Randy Arozarena pegó allí el primer cuadrangular de su carrera en las Mayores.
Otros estadios que tampoco vivieron mucho entusiasmo con los cubanos fueron el Marlins Park (Miami), Sun Trust Park (Atlanta) y PNC Park (Pittsburgh), donde solo se conectaron par de bambinazos per cápita.
El jonrón más largo
Vuelacercas y más vuelacercas de Soler, Abreu, el Yuli, Puig, Moncada y compañía, pero ninguno fue más largo que el de Rangel Ravelo contra Tim Melville (Rockies de Colorado) en el paraíso de Coors Field.
En un partido sin historia más allá del festival jonronero de los Cardenales de San Luis (botaron cinco pelotas), Ravelo quiso dejar huella y agarró un flojo envío (84 millas) de Melville que aterrizó a 487 pies del plato entre el jardín izquierdo y central.
El monumental batazo, que salió disparado a 111.5 millas, rompió el récord de la franquicia (479 pies), establecido por Marcell Ozuna en el 2018, y de paso se consolidó como el cuadrangular más largo de un cubano en el 2019.
Ravelo inscribió su nombre en el listado de los jonrones más largos de toda la temporada en las Mayores, solo superado por el bombazo de 505 pies de Nomar Mazara (Rangers de Texas).
En la batalla de los cubanos, el habanero superó por poco a Yordan Álvarez, quien despachó el segundo vuelacercas más largo (474 pies) entre los toleteros de la Isla y el noveno del año en MLB, igualado con otros cinco bateadores.
Además, su estacazo contra Mike Minor (Rangers) es el que más distancia ha recorrido –empatado con otro de Carlos Correa– entre todos los jugadores de los Astros desde que Statcast comenzó las mediciones en el 2015.
El podio cubano de los jonrones más largos en la temporada lo cerró Jorge Soler, quien masacró un pitcheo manso (84 millas) de Kyle Gibson (Mellizos de Minnesota). La bola aterrizó a 465 pies del plato en el Target Field.
Soler, el rey cubano del jonrón
Jorge Soler había pegado 38 vuelacercas en 1 132 comparecencias al plato durante las pasadas cinco campañas en las Mayores, pero ahora finalmente explotó con 48 bombazos –en 589 turnos– que lo consolidan como el primer rey cubano del jonrón desde que José Canseco se titulara en 1991.
El habanero, además, quebró la marca (47) para un jugador de la Isla que impuso Rafael Palmeiro por partida doble hace casi dos décadas, y lo mejor es que lo hizo con números impresionantes.
Por ejemplo, 43 de los 48 jonrones del patrullero de 27 años llegaron con diferencia de tres o menos carreras en la pizarra. Once de sus bambinazos fueron con los partidos empatados y 20 cuando su equipo perdía por un margen inferior a tres anotaciones.
Soler conectó 18 vuelacercas con hombres en circulación, cuatro de ellos del séptimo inning en adelante, lo cual es prueba de que muchas veces sus batazos salieron en momentos de presión.
La pregunta de todos es si el antillano, quien tuvo cuatro partidos con más de un batazo de vuelta completa, podrá repetir en el 2020, cuando tendrá sobre sí muchas más miradas que lo examinarán no como un mero prospecto cubano, sino como el rey de los jonrones de la Liga Americana.
Yordan: That´s Not Normal!!!
La calculadora nos dice que Yordan Álvarez tuvo una temporada de 50 jonrones y 149 impulsadas si sumamos su labor en las Ligas Menores y en MLB, donde despuntó meteóricamente desde principios de junio.
El Ébano, candidato unánime a Novato del Año en la Liga Americana, tuvo cinco partidos con más de un cuadrangular, incluida una jornada estelar contra los Orioles de Baltimore el 10 de agosto, cuando despachó tres pelotas más allá de los límites en Camden Yards.
Álvarez mostró su poder hacia todas las bandas, le pegó a zurdos (nueve bambinazos) y derechos (18), bateó con enorme tranquilidad en terreno contrario (13 jonrones como visitante) y probó que con él no es fácil cerrar un inning (12 cuadrangulares con dos outs y cinco de ellos con hombres en base).
Pero más allá de los números, lo que verdaderamente entusiasma a los fanáticos es que esta solo es la versión de prueba del gigante de 22 años, quien durante los próximos años, si se mantiene saludable y centrado, puede convertirse en el primer cubano en mucho tiempo con opciones genuinas de ganar el MVP.
En el 2020 lo van a bombardear, van a atacar todos sus puntos ciegos y tendrá que demostrar entonces su capacidad para ajustarse y sacar provecho de todos los movimientos de los rivales.
¿Cuál fue el jonrón más “luchado”?
Los cubanos botaron 57 pelotas iniciando sus turnos, muestra de la agresividad que caracteriza a los bateadores latinos. Castigaron mucho el primer pitcheo Jorge Soler (13 veces), Yasiel Puig (nueve), Lourdes Gurriel Jr. (seis) y Yordan Álvarez (seis), quienes no dieron mucho margen a los lanzadores para desenvolverse.
Pero busquemos el reverso de la moneda, el jonrón más “sufrido” de la armada antillana, el que más esfuerzo demandó. El protagonista del mismo fue José Abreu, el más consistente de los caribeños en las Gran Carpa.
“Pito” se enfrascó en una batalla de 11 pitcheos contra Daniel Norris el 6 de agosto, la cual terminó con un largo batazo del cubano sobre las cercas del bosque derecho en Comerica Park.
Norris abrió el turno con una bola, después le pasó un strike cantado y vinieron entonces cuatro fouls del cienfueguero. El séptimo lanzamiento se fue alejado de la zona, luego cayeron otros tres fouls, hasta que finalmente Abreu hizo un contacto sólido –de 348 pies– sobre el onceno pitcheo.
El astro de las Medias Blancas despachó otros dos cuadrangulares en turnos de diez lanzamientos, uno contra el relevista de Boston, Matt Barnes, y otro frente a Nick Goody, de los Indios de Cleveland.
Contrario a lo que podamos pensar, estos no son los jonrones más “trabajados” por Abreu, quien aprendió desde temprano cuánto le costaría mandar pelotas más allá de los límites en MLB. ¿Por qué? Pues porque su primer vuelacercas en las Grandes Ligas lo consiguió el 8 de abril del 2014 contra Chad Bettis (Rockies de Colorado) tras ¡12 pitcheos!
Jonroneros en el clutch
Vivimos en tiempos de muchos cuadrangulares por las tendencias modernas del swing –siempre buscando elevar la bola– y por las polémicas alrededor de la fabricación de las pelotas, aparentemente alteradas por los organizadores del show para atraer más televidentes y público a los estadios.
Sin embargo, llevarse las cercas no es una empresa sencilla, sobre todo cuando afrontas turnos en situaciones complicadas del juego: con dos outs, con hombres en circulación, con poca diferencia en la pizarra, o con todos estos factores combinados.
Esos son los momentos en los que más se agradece el jonrón y los cubanos, a todas luces, entendieron el mensaje y se enfrascaron en pegar batazos importantes.
La más clara muestra es, tal vez, los dos últimos vuelacercas de un antillano en la temporada regular del 2019, los cuales sirvieron para empatar y decidir un partido en las postrimerías.
El protagonista fue el santiaguero Adeiny Hechevarría, quien el pasado 29 de septiembre le empató las acciones a los Mets de Nueva York como emergente en el noveno episodio, y después, en extrainnings, repitió la dosis para que sus Bravos de Atlanta se llevaran el triunfo en la Gran Manzana.
Pero estos oportunos batazos del torpedero indómito son solo la punta del iceberg, porque los cubanos pegaron un enorme total de 249 bambinazos con diferencia de tres carreras o menos en la pizarra, incluyendo aquí los duelos empatados (79).
Eso implica que el 80.8 % de los cuadrangulares antillanos en el 2019 llegaron en circunstancias de presión, y sirvieron bien para acercar a sus equipos, bien para consolidar ventajas cortas, o bien para romper abrazos en el marcador.
Por si eso fuera poco, 132 jonrones (42.8 %) llegaron con hombres en circulación y 85 se produjeron del séptimo episodio en adelante. Ahora, si unimos estos dos indicadores encontraremos que los cubanos pegaron 42 vuelacercas con compañeros en bases del inning de la suerte en adelante.
En total, la armada de la Isla botó 108 pelotas con dos outs en la pizarra, y 66 de ellos fueron con alguien en los senderos. Los mejores en estos apartados resultaron Jorge Soler (15 con dos outs y 11 con dos outs y hombres en base), José Abreu (16-7), Yuli Gurriel (13-10), Yasiel Puig (11-7), Yoan Moncada (8-6), Yasmani Grandal (7-5) y Yordan Álvarez (12-4).
¿Quién pegó más jonrones que Cuba en MLB?
Ya hemos visto que los bateadores cubanos tuvieron su mejor año histórico solo en materia de jonrones, pero todavía la Isla se encuentra un escalón por debajo del potencial de República Dominicana y Venezuela, las dos naciones que más peloteros aportan a MLB aparte de Estados Unidos.
Los quisqueyanos contaron en este 2019 con 152 jugadores, de los cuales 56 pegaron al menos un vuelacerca. Al final, ellos computaron la impresionante cantidad de 910 cuadrangulares, liderados por Nelson Cruz (41) y el revelador Franmil Reyes (37).
En total, 36 dominicanos sumaron al menos diez jonrones, 23 se fueron por encima de 20, diez superaron la barrera de 30 y uno quedó con más de 40.
Los morochos, por su parte, llegaron al centenar de jugadores este año en las Mayores, y 54 conectaron lograron mandar la pelota más allá de los límites. Eugenio Suárez (49), Ronald Acuña (41), Gelyber Torres (38) y Eduardo Escobar (35) resultaron los más destacados del país sudamericano, que totalizó 654 bambinazos.
Cuba, con 30 figuras en acción, superó con creces a Puerto Rico (28 peloteros y 208 jonrones) y Canadá (13-51), naciones de tradición y poder, mientras veía desde arriba a otras que también se han ganado un espacio en Grandes Ligas, como Japón (solo 18 vuelacercas de Shohei Ohtani) y Curazao (74 cuadrangulares con apenas cuatro jugadores).
(Tomado de OnCuba)