Por Yirsandy Rodríguez
¿Y si Jorge Soler sigue haciendo ajustes, se mantiene sano y puede evitar corregir con frecuencia algunas de las averías de su swing encima del plato?
Esa era una buena pregunta para iniciar el debate con nuestros fieles seguidores de la Peña Martín Dihigo, después de que Soler envió una slider interna de Collin McHugh a 435-ft del home en Minute Maid Park:
¡Oh, salió humo de esa pelota! Impresionante, otra muestra más de Soler, enviando ese pitcheo a 109.8 mph, según StatCast. Lo sé, no hace falta poner a prueba el poder de Soler, quien tiene el octavo mejor registro en la distancia promedio recorrida por sus jonrones entre bateadores con al menos 30.0% de strikeouts. ¿Fue algo arriesgado? Quizás, pero McHugh lo hizo, lanzándole la quinta slider en un turno de seis pitcheos donde utilizó solo un cutter antes de permitir el noveno jonrón del cubano esta temporada.
Sí, cinco sliders intentando buscar un swing perdido de Soler, quien había entrado al partido sin embasarse gracias a una base por bolas en sus últimas 42 apariciones en home. Y, tal vez, sobre todo al ver ese gigantesco flyball, pienses que fue un error de McHugh repetir la dosis de slider contra Soler. Sin embargo, cuando tienes la oportunidad de explorar los scouting report, oprimir el botón para utilizar otro slider no parecía una estrategia realmente mala. Ah, eso sí, el principal desliz de Collin fue que su pitcheo no se deslizó lo suficiente y, de alguna manera, se convirtió en predecible. Exploremos ahora algunas tasas de Soler:
Mayor porcentaje de swing-strike en 2019
Slider: 21.7% — 175 pitcheos recibidos
Cambio de velocidad: 21.7% — 60 pitcheos recibidos
Ahí tenemos una de las tendencias en los fallos de Soler: Registra la misma tasa de swing-strike tanto contra sliders como cambios de velocidad, pero antes de este martes había recibido 115 sliders más, cifra que ofrece una estabilidad superior. Sigamos ahora rumbo a los patrones de éxito en el plato de Soler contra ambos pitcheos:
Línea ofensiva en 2019
Slider: .255/.294/.511, 6.3 LD%
Cambio de velocidad: .143/.143/.214, 50.0 LD%
Primeramente, puedes dar por sentado que los Astros de Houston tenían bien concebido su plan contra Soler. Entonces, si estamos de acuerdo en este punto, sería bueno destapar alguna razón por la cual McHugh y el cátcher Robinson Chirinos prefirieron mantener esa dosis de slider. Y, como ves, hay detalles que descubrir en las estadísticas —no te lances tan rápido sobre la idea del cambio de velocidad… ¿vale?—. Si le damos peso a los resultados periféricos, el cambio de velocidad es un pitcheo más dominante contra Soler, debido a sus bajo promedios. Sin embargo, el trabajo analítico de los Astros hurgó mucho más allá y otro detalle a considerar es que McHugh ha lanzado el cambio de velocidad apenas el 3.8% (la menor tasa de utilización) de todos los pitcheos de su carrera.
Esto nos reenvía a indagar más por qué el slider seguía siendo el arma indicada en ese turno. Puedes agregar, que Soler ha golpeado de línea el 50% de los cambios de velocidad este año, mientras su tasa contra los deslizadores ha sido un anémico 6.3%. Sí, ahí estuvo la clave: Los Astros estaban buscando un swing fallido (Soler había abanicado sin suerte 33 veces contra sliders antes del juego esta temporada) o, al menos, un contacto débil. Al final, tal vez en dos millas McHugh perdió el efecto de su tiro, una bola que rotó a solo 80-mph, 2.8-mph por debajo del promedio de la slider en su carrera.
Fue un error costoso, ¿verdad?… pero, deberías saber esto, sin ánimo de hacer cambiar tu perspectiva: También podríamos agregar, que no era un intento tan desafortunado. Soler acababa de elevar más allá de los límites su cuarto jonrón contra una slider esta temporada, pero he aquí el número que genera el contrapeso: Había entrado al 2019 sin pegar un jonrón después de recibir 388 sliders consecutivas. Sí, es una cifra bastante reveladora. Incluso, ahora que Soler ha realizado algunos ajustes, aunque sigue presentando fallos y excesiva persecución especialmente detrás de los deslizadores, la oposición no dejará de tentarlo.
Y, como puedes apreciar, eso es debido a la altísima muestra de 113 sliders sin jonrón en 2017 y 275 el año pasado. Agrégale también 34 strikeouts y solo siete bases por bolas a esos números desde 2017, donde promedió .167 y .241, respectivamente. Si hacemos un resumen final, esas cifras de esta temporada (tiene cuatro jonrones contra sliders, dos ante fastballs, sinker y uno elevando el curveball) convierten el éxito de Soler contra la slider en apenas siete jonrones luego de recibir 1226 pitcheos.
Entonces, al olvidar toda la secuencia y centrarnos en ese lanzamiento final… ¿los Astros estaban siguiendo el patrón correcto? Estoy seguro que sí: Las probabilidades parecen irrefutables en este sentido. Sin embargo, Soler volvió a desbordar su talento en el plato y esculpió una de esas piezas que esperas ver creadas por él con más frecuencia.
Estaba feliz. Podías percibir el entusiasmo en su rostro, la energía al correr las bases y cómo expresaba esa sensación eléctrica al golpear un pitcheo que se le ha hecho tan difícil de alcanzar. Después de su jonrón contra Collin McHugh iniciando el segundo inning, Soler terminó de 4-2 en el éxito de los Royals 12-2 sobre Houston. El disparo lunar del cubano, más tarde fue seguido en el lucky seven por un sencillo de 109-mph, devolviendo una bola rápida (93.3) de Framber Valdez.
Ahora Soler se ha enfrascado en remozar un poco su línea ofensiva, y está bateando .265/.305/.521, 24 RBIs y .361 (36-13) con 8 RBIs en sus últimos nueve juegos. Una buena manera de saber qué tan bueno han sido esos números es esta: Hay solo 14 bateadores que iniciaron este martes con al menos 9 jonrones y 24 RBIs esta campaña en Grandes Ligas.
Luego de su noche ardiente, ahora Soler pidió permiso en este grupo:
Esa lista está ordenada por jonrones, pero la idea aquí es que chequees los nombres: Cody Bellinger, Christian Yelich y Javier Báez… suficientes. Si Soler logra incluirse en este contexto, ¿qué podría proyectar si evita una buena parte de sus strikeouts?
Tal vez la respuesta demore, pero un reflejo de ella puedes verlo en lo que está logrando Yoán Moncada.