Houston-Texas-Cuando Lázaro Vargas fungía como manager de los Leones de Industriales hizo debutar a su jóven hijo Miguel con la casaca del equipo más icónico del béisbol cubano. Si mal no lo recuerdo fue en un clásico Industriales vs Santiago y el benjamín salió con un temple a defender la esquina caliente de esos que solo tienen los elegidos.
La campaña 2021 no ha sido más que un vendaval de buenas noticias para Miguel Vargas. Hace unos días el pelotero de 22 años fue condecorado con el premio Branch Rickey al Jugador del Año de Ligas Menores en la Franquicia de los Dodgers. Además de esto, el hijo de la hazaña fue condecorado por el sitio especializado Baseball America clmo 3B en el All Star del año de Ligas Menores, además de también ser el Mejor Jugador de los Dodgers en las Menores. Por si fuera poco, el antesalista también se llevo el galardon de la Ligas Menores alejor Tercera Base de la Doble A, distinción entregada por MiLB.
Si, es ilusionante cuando un prospecto se lleva a casa disímiles galardones y más aún cuando el pedigree viene impregnado en la sangre. El año de Miguel en números fue una completa locura, alternando una mitad de campaña en clase A avanzada con los Great Lakes Loons y cerrando con Tulsa Drillers en la Doble A donde literalmente descosió la pelota.
En Doble A el habanero marcó linea ofensiva de 321/386/523, con el plus añadido de más de un centenar de hits y 16 batazos de vuelta completa. Sus números fundamentaron su subida de Clase A avanzada donde llevaba línea ofensiva de 314/366/532 con 7 cuadrangulares y casi media centena de indiscutibles.
Hay un dicho en el refranero popular que dice que «hijo de gato casa ratón», y no es menos cierto que por lo que parece el hijo del eterno número 20 de la los Azules de la Capital pinta para ser grande. Su carrera en menores ya lleva ribetes en dorado y su proyección dentro de la franquicia de los Dodgers pinta para ofrecerle un camino seguro a la gran carpa. ¿Lo conseguirá? pues la verdad para adivino dios, pero si me preguntan que porcentaje le doy, diría sin temor a equivocarme que un 100% de probabilidades tiene de colarse en las Grandes Ligas.