La primera victoria del equipo Cuba que participa en el V Clásico Mundial de Béisbol llegó en el tercer juego para el conjunto antillano. El desafío terminó con una despiadada ofensiva de los cubanos de 21 hits sobre su similar de Panamá. En definitivas el duelo concluyó 13 carreras por cuatro en el Estadio Intercontinental de Taichung, Taiwán sede del grupo A de esta magna cita beisbolera.
El lanzador ganador por Cuba contra todos los pronósticos fue el guantananero Luis Miguel Romero. El relevista tuvo que subirse al montículo y sostenerse hasta que sus lanzamientos se agotaran.
Romero hizo un relevo de altos quilates en el cuarto capítulo y se mantuvo durante tres entradas donde solo permitió un dos hits y propinó cuatro ponches para hacerse con la victoria en el encuentro.
Con este lanzador que pertenece a la organización de los Atléticos de Oackland y lanzada este invierno con los Gigantes de Carolina de Puerto Rico conversó el periodista Roberto Ramírez del sitio digital Jit.cu.
Luis Miguel Romero lanzó tres entradas de un solo jit y cuatro ponches, y sería el ganador de #elCubaClasico, que supera 11×4 a Panamá tras siete capítulos completos. #Cuba #BaseBall #BeisbolCubano #WBC2023 pic.twitter.com/ptGK7fLbkq
— JIT Deporte Cubano (@jit_digital) March 10, 2023
Entrevista que les dejamos a continuación:
«Yo salí a mover los lanzamientos. Sabía que ellos son bateadores agresivos y que van por los lanzamientos rápidos porque he jugado con varios de ellos en el equipo. Entonces, salí a tirará los pitcheos con velocidad en zona buena y en zona de duda».
Un juego prácticamente de vida o muerte y te mantuviste ahí haciendo el trabajo, un relevo prácticamente de libro.
«Si había que jugársela hoy. Tenía que lanzar ahí hasta que yo pudiera y gracias a Dios todo salió bien».
¿Cómo has vivido la experiencia?
«Es una experiencia única porque es un orgullo puro poder representar a tu país en el mejor evento del béisbol internacional, por ello es un orgullo único».
¿Qué expectativa tenías y qué te demostró la vida después?
«La vida me demostró que siempre que se trabaja fuerte y tienes disciplina el resultado va a llegar. No puedes perder el enfoque. Seguir siempre dando lo mejor de sí cada día, aquí no hay mañana».
La relación con algunos muchachos que no conocías, ¿cómo ha fluido eso?
«La relación con los muchachos bastante bien. Bien. Yo jugué en Cuba con muchos de ellos antes de salir de Cuba. Todo bien todos unidos que fue a lo que vinimos aquí».