Por Joel García León
En menos de 24 horas, Miguel Borroto se ha convertido en uno de los nombres más mencionados de Cuba. Estaba durmiendo en el hotel de Santiago de Cuba (tras finalizar la subserie de Camagüey con los locales) cuando recibió una llamada que le comunicaba la necesidad de tomar un avión y venir a La Habana para una reunión urgente. Hasta que no llegó a la Presidencia del INDER no supo de qué se trataba, aunque una corazonada lo invadía.
Antes de salir reunió al equipo y su colectivo de dirección y solo atinó a decirles: “Me han orientado viajar a la capital y no sé para qué, pero si fuera para dirigir el equipo Cuba se los agradezco a ustedes primero que a nadie, porque son los que me dieron ese puesto con su resultado en la primera etapa”.
Borroto sabe lo que es ganar campeonatos mundiales en categorías inferiores. Lo hizo en 1994 y 1995 con los muchachos sub 16, y luego en 1996 y 1997 con los juveniles, con quienes obtuvo también un bronce en 1999. Su palmarés se extiende a cuatro coronas en panamericanos de esa última categoría.
Tras darse a conocer la preselección de 37 jugadores y en medio de felicitaciones y no pocas entrevistas a los medios de comunicación, el mentor agramontino accedió a conversar sobre sus primeras señales al frente de una selección que buscará en el Premier 12 (desde el 6 de noviembre) borrar la imagen de los Juegos Panamericanos de Lima bajo los principios de disciplina, combatividad y patriotismo, según sus primeras declaraciones.
Su paso por el béisbol profesional de México le dejó algunas experiencias interesantes y concepciones modernas. ¿Qué piensa aplicar de eso ahora como director del equipo nacional?
“En el mundo se hacen los equipos de béisbol basado en las necesidades, pero en Cuba tenemos que hacer los equipos basados en los jugadores que tenemos. Entonces para aplicar esas tendencias actuales del deporte (sabermetría y más), no tenemos los talentos en muchos equipos de provincias.
“En el equipo Cuba sí hay talentos, por eso, por ejemplo, pensamos aplicar ahora los conceptos de tres abridores, relevistas largos (4), intermedios, preparadores, cerradores y relevos situacionales. Ese es el ABC hoy en el béisbol moderno, que el abridor no trabaje más de 80 lanzamientos porque está demostrado que después de eso ya es diferente.
“Están los relevistas largos, los intermedios, el preparador que es el octavo inning (quizás de menos velocidad entre el abridor y cerrador) para cuando le traigas el cerrador de 96 millas se vean cambios en los ajustes por la velocidad.
“En Cuba solo se puede hacer eso en la selección nacional. Todavía en las provincias es muy difícil y no se puede hacer porque no tenemos un volumen de lanzadores con calidad. Quizás si tuviéramos seis equipos sí pudiera desarrollarse eso”.
A pesar de tan corto tiempo, ¿tuvo participación en la confección de la preselección o simplemente se la dieron para que la conociera?
“Eran 63 hombres los que tenía la Comisión Nacional, porque era un trabajo previo que se había realizado desde el regreso de los Juegos Panamericanos. Cuando llego a La Habana una de las primeras ideas de trabajo fue dejarla en un número menor o incluir a quien consideraba debiera estar. Sí tuve voz y voto en la confección para bajarla a 37 nombres y luego lo dejaremos en 28. Puedo decir que me respetaron todo lo que propuse. Fui escuchado”.
¿Cuántos lanzadores ha pensado llevar? ¿Dos o tres receptores?
“Es todavía prematuro, pero pienso en 14 lanzadores y tres cátcheres. Esto último porque es una posición donde hay muchas lesiones y si nosotros pensamos usar un grupo de lanzadores, que pueden llegar a siete en cada juego —aunque algunos piensen que Borroto está loco—, tenemos que tener a un receptor en el banco, uno en el juego y otro en el bullpen.
“Soy consciente que será difícil lograr la especialización del pitcheo que te hablé en corto tiempo, pero lo intentaremos. A veces un derecho le puede lanzar mejor a un zurdo que la famosa teoría del zurdo contra el zurdo. Entre el 70 u 80 % de las victorias, cuando uno saca bien las cuentas, están alrededor de la defensa y el pitcheo, no del jonrón.
“El mejor cerrador puede ser Yariel Rodríguez, que tira 96 y 97 millas. Y cuando venga esa piedrada en el noveno inning quién le va a dar. Pensamos cambiarle la filosofía de uso en este período de preparación directa a competencia. Es solo un ejemplo posible”.
De los jugadores que están insertados en la Liga Profesional de Japón dos nombres: Yurisbel Gracial y Alfredo Despaigne. ¿Cómo los usaría ahora?
“Gracial aparece entre los jugadores de cuadro y es cierto que en otros equipos nacionales ha estado en los jardines. Es un jugador versátil y lo vamos a usar donde lo necesitemos. Lo importante es que va a ser usado porque es muy talentoso y está bien preparado.
“Despaigne ha estado muy bien en Japón. Es un gran atleta y si nuestras victorias las podemos conseguir desde el punto de vista defensivo también y él en estos momentos no es el más rápido en los jardines, pues consideramos que donde puede aportar más al equipo es desde el punto de vista ofensivo”.
¿Esta responsabilidad otorgada es la más importante para Borroto en su carrera?
“Estuve como coach en mundiales de mayores y dirigí muchos años en la categoría más difícil que es 17-18 años, porque ahí están los jugadores en potencia para las Grandes Ligas. Fíjate que Estados Unidos, Dominicana, Puerto Rico y México llevan sus mejores talentos a esos torneos. En la categoría élite no van siempre los mejores talentos por H o por B.
“Además en esa categoría juvenil se hace más difícil el trabajo porque el pelotero no está preparado en el dominio técnico-táctico. Nosotros tuvimos buenos resultados, pero era otra época. Empezaban Michel Enríquez y Frederich Cepeda, por solo ponerte dos nombres que dirigí.
“Esta decisión al frente de la selección nacional de mayores, sin duda, es lo más grande que pueda recibir un hombre dedicado al béisbol en Cuba, con más de dos mil partidos dirigidos. Jamás pensé en esto. Decidí regresar a la dirección de Camagüey para entregarle todos mis conocimientos y amor al pueblo, que fue el que prácticamente me colocó como mentor de nuevo. Y los resultados de esos muchachos me trajeron a la selección nacional, por tanto ahora solo queda hacerlo bien junto al colectivo técnico”.
¿Cómo quedará Camagüey para la segunda vuelta de la Serie Nacional, dado que está a las puertas de la clasificación?
“Dejaré al coach de banca, Felipe Sarduy. No obstante, mañana llego a Guantánamo y sigo fajado con mi equipo hasta que concluya la primera vuelta. Ellos saben que Borroto es un soldado. El equipo tiene que seguir porque no es de Borroto, sino de un grupo de jóvenes talentosos que quieren regalarle a su pueblo el título nacional”.
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