Hace unos días tuvimos el placer de poder entrevistar al Super 12, Michel Enríquez en nuestro programa en KVC Deportes. Durante el programa tocamos el tema del primer Clásico Mundial con el antesalista.
El pinero nos habló sobré cuándo jugó en el torneo inaugural y cómo la escudería antillana busca el coraje para enfrentarse con los equipos superiores del torneo especialmente Puerto Rico.
Aunque solamente bateó .194 para el torneo el antillano jugó una tercera base esterlina y fue uno de los líderes para la escudería cubana en el vestuario. En 22 Series Nacionales conectó más de 2,000 imparables, mientras sacudió 163 cuadrangulares y remolcó 906 carreras. Por vida Enríquez aporta una línea ofensiva de .356/.456/.525/.981. En el 2005-06 Enríquez fue el champion bate de la Serie Nacional con un average de .447.
Michel Enríquez me habla sobre su experiencia en Clásico Mundial del 2006.#pelotacubana #beisbolcubano #Cuba #clasicomundialdebeisbol #orgullocubano pic.twitter.com/U4IalaiRLi
— Yusseff305 ???? (@yusseff305) September 7, 2022
¿En que momento durante el Clásico Mundial de 2006 ustedes se dijeron: “Nosotros podemos enfrentarnos a esta gente, nosotros tenemos el mismo nivel que ellos, quizás más?
Bueno, mi criterio: En general yo nunca escuché ninguna opinión de que fuéramos superiores a esos grandes jugadores, pero si nos sentimos confiados en la medida en que fue avanzando el torneo. Creo que aunque no lo parezca, el juego más importante fue el de Panamá, que fue el que nos llevó a dar el paso para el cruce. Porque si nosotros pedíamos con Panamá ya terminábamos, pero le habíamos jugado muy bien a ellos. Ese dead ball que no quiso agarrar el jugador panameño a última hora. Ósea la bola estaba un poco adentro, pero se la quitó. Entonces ya desde ahí nos fuimos dando cuenta que podíamos, y ya el salto más grande fue contra Puerto Rico, que nos da nocaut y después volvimos a jugar con ellos y les ganamos 4-3. Prácticamente nosotros fuimos con un objetivo, que era jugar béisbol y divertirnos. Además, ese equipo funcionaba solo. Con el respeto de las personas, pero ese equipo no hacía falta ni que lo dirigieran. Los equipos Cuba de antes era ponerle una persona y decirle: Usted es el manager aquí, y ya los jugadores solitos hacían su trabajo. Tanto los lanzadores como los jugadores de posición, lo hacían todo. Repito que en ese juego contra Panamá se rompió el hielo. Eso unico a la calidad de jugadores que habían allí, hombres que no decían que no, que no tenían miedo. Esos pitchers eran increíbles, Yadel, Lazo, Palma … todos los que estuvieron allí. No teníamos nada que perder, solo demostrarles de que estábamos hecho nosotros los cubanos. Creo que por eso nos salió todo, no porque ellos nos hubieran regalado nada y porque nosotros hubiéramos sorprendido a nadie. El béisbol cubano tiene talento, en todas las categorías inferiores los muchachos vienen con deseos de hacer las cosas bien y demostrar que si se puede.
El primer juego que tuvieron con Puerto Rico recibieron nocaut, sin embargo en el segundo regresaron los los eliminaron en un partido épico. Cuéntame acerca de ese juego.
Te soy sincero, yo vi la última parte de Estados Unidos con Cuba en los muchachitos. Para volver atrás, cuando nos dan nocaut y me dije: oye, los americanos van a venir confiado. Eso mismo pasó con Puerto Rico. Cuando usted le da nocaut a un equipo y despues los vuelve a enfrentar, usted piensa que le temen. No hay nada más bonito que un día tras otro, las oportunidades y las revanchas existen. Ahí lo que sucedió fue que el equipo puertorriqueño (con todo respeto), un equipo que hasta Salones de la Fama tiene hoy día, se confiaron y no pensaron que nosotros nos le íbamos a plantear. Nos les pusimos de tu por tu, y ahí está el resultado. A mi esa derrota no me causó preocupación, porque aún teníamos otra vida. Malo hubiera sido que fuera juego de eliminación.