Por Elsa Ramos

A horas del comienzo, en la valla espirituana solo queda tiempo para ultimar detalles, redondear alineaciones y empezar tan en serio como ante el campeón nacional Ciego de Ávila este propio domingo en la apertura oficial de la 56 Serie Nacional de Béisbol.

Sobre el terreno la lógica obliga a repetir casi el mismo equipo que ancló en el onceno puesto después de luchar con denuedo y ambición. Al frente, el mismo timonel: Mario Zulueta. Luce, al menos desde lejos, más comedido, menos eufórico, más callado.

Pronosticar es entrar a un jeroglífico. Solo los primeros cuatro acceden directo a la segunda fase y los dos restantes saldrán de entre el quinto y el octavo. Aunque no todos apuestan por Sancti Spíritus, hacia dentro la disposición es otra.

“La preparación fue muy buena en un período largo, diseñamos el trabajo por momentos y concentramos a los que hicieron el equipo, eso permitió más unión, conocimiento mutuo, corregir errores, ir sobre un banco de problemas y una labor más individualizada. Tuvimos mejor organización, contamos con muchos medios para la preparación y aunque no pudimos efectuar todos los topes previstos, sí materializamos un por ciento, además tuvimos mucho apoyo del Inder, el Gobierno y el Partido”.

Ampliaron el trabajo en la playa, ¿qué saldos les trajo?

El año anterior fuimos una semana y nadie se lesionó, ahora fuimos dos y lo hicimos coincidir con el tiempo de mayor volumen. En la playa las condiciones son más favorables para el trabajo fuerte, aunque eso no significa que en el terreno no lo hagan, pero esa variante puede dar su fruto y ya la competencia dirá si es factible o no.

¿Qué no repetiría del año pasado?

Como novato uno siempre comete errores, como empezar con la euforia de hacer cosas. Ahora trataré de ser un poquito más pausado en la forma de cambiar los atletas, por ejemplo, porque los conozco más, pero mi juego siempre busca que ellos estén alegres porque cada director quiere que sus muchachos jueguen como él lo hacía.

He hablado varias veces con Cándido Andrade y cada vez aprendo mucho más, lo respeto porque es el único mánager que aquí ha ganado un título.

Usted comparte la estrategia de perder para ganar, que ha causado polémica entre los espirituanos; sin embargo, ¿le subió la parada a los Gallos?

Preservamos algunos atletas del Sub-23, pudiéramos haber errado en algo, no pensamos perder ni en uno ni en otro, pero esta es para desarrollar peloteros. Vemos a atletas como Rodoleisis Moreno en tercera, pero si Serrano hubiese jugado, él no hubiese tenido la oportunidad. La estrategia fue tomada y ahora el resultado dirá si los muchachos avanzaron o no; pero todo lo que hacemos es pensando en la victoria.

¿Cómo ve a los Gallos en una serie que repartirá menos boletos?

Todos se preparan para clasificar, ahora es más reñida esa fase, pero nuestro equipo se mantuvo bastante íntegro y saldremos a ganar día a día.

Han debido aprender a jugar sin Ismel y sin Cepeda.

El equipo aprendió que tiene que luchar con su fuerza propia, si tuviéramos esos dos atletas estelarísimos fuese mejor, ambos se restablecen de lesiones y no queremos apurarlos, pero abriremos con los que tenemos y saben que tienen que hacer las cosas bien.

Algunas bajas sensibles obligan a reestructurar roles.

En estos tiempos tienes que tener plan A, B, C y si se puede hasta Z. Por eso llevamos a Pedro Álvarez, que era el quinto abridor, a cerrador, porque lo vemos con fuerza, aunque tiene que adaptarse al nuevo rol. Otros pudieran asumir esa responsabilidad, como Yoharisleibis Panamá, que con 9-5 y 21 salvados en Series Nacionales vuelve al equipo; Yanieski Duardo puede hacerlo también. Comenzaríamos con cuatro abridores: Yuen Socarrás, Yamichel Pérez, Javier Vázquez y Aldo Conrado. Pero creo que sí, tendremos que mover los muchachos, sacar el máximo de cada cual.

¿Es impresión o ha hablado menos para no crear expectativas?

Desde comienzo uno quiere hacer. Puede ser que en algún momento ese deseo se haya ido por encima de la razón. En el segundo año como director es importante ser más objetivo, más real, quizás hagamos pronósticos más reservados. No siempre el que más habla o el que más grita tiene la razón, no quiero decir que el año pasado hablamos de más, solo deseamos, como buenos espirituanos, tener mejores saldos. Si algo no va a faltar son los deseos y las ganas de clasificar, estuvimos luchando hasta el juego 44 y caímos en 13 innings, ese sabor fue el que quedó: el de luchar hasta el final y con tal espíritu queremos comenzar.

¿Qué espera del público?

El público está deseoso de ver un buen resultado, si lo damos ellos vienen. Pero no solo eso, sino también dar un buen espectáculo, que vean al equipo agresivo, a los muchachos jóvenes tirándose de cabeza, que a la hora de un toque aunque se falle, se vea la disposición y los deseos de hacer cosas novedosas para mejorar la imagen del elenco. Lucharemos hasta nuestra última gota de sudor, de sangre y deseo para que el público se sienta bien con sus Gallos.