HOUSTON, TX – En declaraciones ofrecidas al diario oficialista Granma, el veterano manager Armando Johnson, quien tiene a su cargo la dirección del equipo cubano al próximo Clásico Mundial de Béisbol, dijo que en reiteradas ocasiones se puso en contacto con los estelares José Abreu y Yordan Álvarez para extenderles la invitación al torneo, sin embargo estos jamás le contestaron el llamado. “Personalmente los llamé, insistí por la calidad de esos jugadores, pero nunca respondieron”, aseguró el pinero.
Alvarez y Abreu, quienes actualmente juegan ambos para los Astros de Houston en Grandes Ligas, son sobradamente los mejores dos peloteros cubanos del momento. El tunero debutó con la franquicia sideral en 2019 ganando de manera unánime el Novato del Año y posteriormente firmó una extensión en junio pasado por $115 millones y seis años, mientras que el cienfueguero llegó este invierno via agencia libre por un contrato de tres temporadas y la suma de $58.5 millones.
La prenómina de 50 jugadores cubanos con vistas a conformar el equipo al Clásico Mundial fue revelada hoy y tanto Yordan como Abreu, los 2 mejores jugadores de Cuba actualmente, están fuera.
No está claro aún si no fueron llamados o si declinaron, ya que ambos eran “elegibles”. pic.twitter.com/EEk7sFRQqz
— Javier Gonzalez (@Astros_Coverage) January 6, 2023
Yordan (25 años) fue uno de los tres finalistas al MVP de la Liga Americana durante 2022, un torneo en el que además asistió a su primer Juego de Estrellas, ganó su primer Bate de Plata (Silver Slugger) y terminó levantando su primera Serie Mundial en el mes de noviembre. Abreu (35) por su parte tiene un palmarés mucho más extenso. “Pito” ganó igualmente de manera unánime el Novato del Año en su campaña de debut (2014), ha asistido a tres Juegos de Estrellas y ostenta otros tres Bates de Plata. También ganó el premio MVP del joven circuito en 2020, todo mientras vestía el uniforme de los Medias Blancas de Chicago, la única organización que conocía antes de unirse a los Astros este off-season.
En reiteradas ocasiones durante el pasado reciente, José Abreu ha ratificado su postura respecto al regreso a la selección nacional de su país: O vamos todos, o no cuenten conmigo. Naturalmente ese escenario no se ajusta al caso, ya que la federación de la isla no ha tomado en cuenta para esta ocasión a una gran cantidad de jugadores que escaparon de sus delegaciones deportivas en diferentes eventos internacionales buscando libertad. “Ojalá en el proceso de lo que queda de mi carrera, y Dios mediante espero que sean par de años más, pasen las cosas necesarias para poder representar a nuestra Cuba”, dijo al periodista dominicano Ernesto Jerez hace aproximadamente 10 meses.
En cuanto a Yordan, sus fuertes declaraciones a raíz de los sucesos ocurridos el 11 de julio de 2021 en la Mayor de las Antillas dejaron muy en claro su postura. “Mi mensaje para el pueblo es que no se den por vencidos, que la libertad está llegando y creo que se la merecen”, dijo en aquella ocasión. Así las cosas, con las sonadas ausencias de ambos estelares (y decenas más), las principales figuras de la preselección cubana son el avileño Luis Robert Moiran y el cienfueguero Yoan Moncada, quienes se combinaron para solamente 3.0 puntos bWAR y un OPS+ inferior a la media (.100) durante 2022.
4 comentarios
pienso que quien no quiso contestar ahora puede decir que sí mañana y el que no fue convocado ahora, puede serlo mañana… no debe haber rencores ni por seleccionadores ni por atletas a la hora de conformar un equipo a tal evento… por otro lado, yo creo que la prohibición de que los que abandonan delegación deben ser excluídos, debe ser eliminada… ese es mi criterio, sé que no es el de la federación y lo explicaron, pero no creo que esa posición ofrezca nada positivo y sí mucho negativo…
Eso es por gusto,ya estos dos,estan enfocados en no buscarse lios,con los buscalios politicachos de donde viven.
Mandy,hubieses tenido mejor respuesta con el Yasma,que si no tiene miedo a jugar para el equipo de su pueblo.
Muchacho que te van a contestar si eloos no se quieren echar el odio infantil encima.