Escrito por Jit
Maikel Cáceres fue la sensación ofensiva de la primera fase de la 58 Serie Nacional de Béisbol.
El holguinero terminó como líder en cuatro departamentos después de los 45 primeros juegos. Comandó en hits (77), dobles (19), extrabases (30) y carreras producidas (75).
Por si fuera poco, terminó segundo de los bateadores (416) y en carreras anotadas (44), a muy poco de los líderes Jorge Yhonson (419) y Dayron Blanco (45). Se reafirmó como un pelotero imprescindible para los Cachorros.
JIT conversó con el versátil jugador para conocer sobre la preparación que lo llevó a ser el mejor ejemplo de la fase inicial de la temporada.
¿A qué se debió una primera parte de tan buenos resultados?
Estuve varios años fuera del béisbol cubano. Jugué cuatro temporadas en ligas extranjeras: una en Venezuela, dos en Nicaragua y otra en Italia, que me aportaron como bateador y atleta. Al regresar me preparé fuerte y por eso los buenos resultados.
Participaste en el derby de jonrones del Juego de las Estrellas, aunque nunca te caracterizaste por conectar de largo.
¿Lo esperabas este año?
Siempre me preparo fuerte, pero me ha sorprendido la cantidad de vuelacercas conectados. Soy bateador de promedio, incluso una vez fui líder en dobles y hits, y perdí el de bateo en el último juego de la campaña. Pero nunca he sido jonronero.
Alguna preparación especial para aumentar la fuerza…
Trabajé con las pesas y realicé ajustes en el cajón de bateo durante mi paso por las ligas foráneas. Eso ha incidido en que haya conectado diez bambinazos en la primera parte, y sobre todo en que impulsara más carreras, algo que tampoco era frecuente en mis estadísticas. Siempre he ocupado los primeros turnos en el line up.
Juegas varias posiciones a la defensa. ¿Cómo fue el trabajo en este aspecto?
Mi base natural es la segunda. En los jardines jugué por necesidad del equipo, aprovecharon mi versatilidad, pero me considero un camarero.
Este año me entendí bien con Luis Raúl Domínguez, el torpedero que sustituyó a Manduley, a pesar de que entrenamos poco porque él estaba en el equipo Cuba de softbol. Tuvimos muy buena comunicación. Con Yordan Manduley no hay nada de que hablar porque nos entendemos de mirarnos.
Cometiste pocos errores y eso hizo más integral tu actuación…
Solo cometí cinco pifias y jugué la mayoría de los partidos en segunda base, aunque también estuve en los jardines derecho e izquierdo. Lo hice bien a la defensa, aunque paradójicamente no me preparé como cuadro en la preselección, sino en las praderas por la necesidad que había en esa área. La lesión de Noel González hizo que bajara al diamante.
¿Qué esperas en los órdenes colectivo e individual en la segunda fase?
Quisiera que el equipo mantuviera buenos resultados, que mis números sean positivos y aporten al colectivo, para meternos en las semifinales. No me preocupo por los liderazgos individuales. Solo trato de trabajar cada día mejor.