Escrito por Fidel Alejandro Manzanares Fernández
Luis Ulacia, un pelotero emblemático de los años 90», señala los factores que lastran el principal pasatiempo nacional y conspiran contra su desarrollo y prosperidad.
El béisbol cubano atraviesa el momento más complicado de las últimas décadas. Luis Ulacia, un pelotero emblemático de los años 90», señala los factores que lastran el principal pasatiempo nacional y conspiran contra su desarrollo y prosperidad.
Una de las principales causas del declive de este deporte es la política de bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba, que impide la libre contratación de jugadores de la mayor de las Antillas por clubes de las Grandes Ligas.
‘Sin dudas me hubiese gustado jugar en las Grandes Ligas. No podría olvidar aquel tope de Cuba con los Orioles de Baltimore en 1999. Pero nunca deserté. Si hay una cosa vital es la familia’, explicó el doble campeón olímpico, en diálogo con Prensa Latina.
Nunca nos dejaron jugar como el resto de los latinos sin renunciar a nuestra gente, a nuestra ciudadanía. Soy cubano 100 por ciento. Creí siempre en este proyecto revolucionario, en Cuba, que fue donde me crié, apostilló.
Pero siempre me quedó eso por dentro de ir el máximo nivel de la pelota de las Grandes Ligas y probarme, enfatizó.
El otrora torpedero y jardinero de los equipos de Camagüey -en las series nacionales- expresó su deseo de que se normalicen las relaciones entre ambos países para que ‘los chicos puedan jugar (allá) y poder venir de vuelta a su país’, aunque precisó que ‘eso no está en manos de nosotros’.
Como ligero aliciente, llegan representantes de las Grandes Ligas de Estados Unidos a Cuba para hacer clínicas e intercambio con jugadores. Una política diferente a la vivida por Ulacia en sus años en activo como jugador.
Por otra parte, el bloqueo también encarece la adquisición de los implementos para la práctica del béisbol. Según informes oficiales del Instituto Nacional de Deportes, los spikes, los guantes y los bates de la Serie Nacional deben ser importados por terceros países, a precios exorbitantes.
Pero existen otros factores además del bloqueo, precisó Ulacia. ‘Debemos buscar los mecanismos para estimular a los atletas, aunque todos debemos trabajar mejor’, indicó el ‘Champion Bat’ del Mundial de 2001.
Además, remarcó que existen grandes problemas en la base: ‘falta la preparación desde las edades inferiores, para limar y a atajar a tiempo los detalles técnico-tácticos’.
Veo pocas acciones donde los primeros o segundos bates van al cajón de bateo con la responsabilidad y la necesaria concentración. No somos capaces de batear por detrás del corredor. La disciplina es vital y hoy no se piensa del todo en el equipo, explicó.
Más adelante resaltó que ‘algunos atletas no prestan la atención debida, pueden aprenderse una canción de Gente de Zona (grupo musical) en 24 segundos, y se les olvida una jugada táctica que se ensaya por días’.
LOS CENTROAMERICANOS Y DEL CARIBE, UNA NUEVA MANCHA
La más reciente actuación de Cuba en los Juegos Centroamericanos de Barranquilla volvió a sacar a la luz las deficiencias de la pelota local, en un evento que antaño dominaba sin dificultades.
‘Nosotros estábamos en condiciones de llegar al oro. Sin menospreciar al resto de los equipos, el equipo cubano tenía peloteros de calidad de sobra. Pero el béisbol es complicado.
Cuando nosotros jugábamos en mis tiempos, nunca nos confiábamos del contrario’, manifestó.
Dijo también que ‘la calidad del evento se ve cuando eres capaz de aplastar con tus armas.
En Barranquilla vi muchos problemas que aun atentan contra nuestra pelota. Disciplina y concentración son la clave. Es un trabajo en equipo’.
Cuba adolece de bateadores con características de primer bate. Con buen tacto, facilidades para llegar a la inicial, robo de base, abundó.
La selección nacional cubana perdió el béisbol de los juegos centrocaribeños por primera vez desde 1982. En esta ocasión debió conformarse con la medalla de plata.
De hecho, Cuba no gana el título de un torneo mundial de primer nivel desde 2005.
‘Hoy nos falta no solo el primero, sino el segundo, el quinto bate. Y muchas veces es porque no somos capaces de hacer en cada turno lo que nos toca. Se piensa en lo individual cuando a veces el que batea .250 es más importante que el que lo hace para .400 de average’, declaró.
‘Podríamos lograr un mejor espectáculo en las Series Nacionales si lo jugadores se enfocaran más. No pueden achacarle la culpa a todos los problemas materiales. Depende de nosotros -jugadores y técnicos- levantar el béisbol cubano.