Cuatro días después de que pasara la fecha límite de cambios en las Grandes Ligas, Luis Robert Jr. sigue patrullando el jardín central de los Chicago White Sox. Y lo hace con la tranquilidad de quien sabe que, al menos por ahora, su lugar sigue siendo el mismo.
“Definitivamente sientes que te quitas un peso de encima”, dijo el viernes el pelotero cubano al Chicago Tribune a través de un intérprete. “Es un alivio, y saber que voy a quedarme aquí por el resto del año me hace muy feliz”.
Robert era uno de los nombres más mencionados en los días previos al 31 de julio. Su talento, su edad y su contrato controlable lo convertían en una de las piezas más codiciadas del mercado. Sin embargo, la organización decidió no moverlo, y la noticia fue celebrada dentro del clubhouse.
“Fue increíble”, dijo el abridor Davis Martin. “Cuando se subió al autobús rumbo al estadio el viernes, empezamos a aplaudir, a gritar, con entusiasmo. Todos disfrutamos tenerlo cerca, y contar con su presencia en el vestuario sigue siendo algo especial. Siempre es emocionante ver al número 88 en el jardín central”.
Robert respondió de inmediato con su juego. En la victoria del viernes 6-3 ante los Angels en Anaheim, se fue de 3-1 con un elevado de sacrificio, una base robada y una carrera anotada. Fue un nuevo capítulo en una segunda mitad de campaña en la que ha estado especialmente productivo: desde el Juego de Estrellas, batea para .395 (43-17), con dos cuadrangulares, 10 impulsadas, seis bases robadas y 15 anotadas en 12 encuentros.
Luis Robert quería quedarse en White Sox
Antes del partido, Robert confesó que había asumido la posibilidad de ser traspasado. “Estaba listo para cualquier posibilidad”, dijo. “Pero la verdad, esta es la única organización en la que he estado, la única que conozco. Quería quedarme porque me gusta el grupo y me gustaría formar parte de esta organización en el futuro”.
El mánager Will Venable también expresó su satisfacción por seguir contando con su mejor jugador. “Estamos contentos de haber podido quedarnos con Luis”, señaló. “Sabíamos que había mucho interés en él, y era uno de los temas que rodeaban el cierre de cambios. Es bueno tenerlo todavía con nosotros, y también es positivo que el deadline haya pasado para que todos puedan volver a enfocarse en jugar buen béisbol”.
Venable reconoció que los últimos días previos al 31 de julio implicaron manejar incertidumbre sin perder el foco competitivo. “Desde lo que yo podía controlar, se trataba de estar al tanto del equipo, asegurarme de que los muchachos estuvieran bien, mientras enfrentábamos a los Phillies, y antes a los Cubs”, explicó. “Lo importante era seguir compitiendo”.
Y competir es justamente lo que ha hecho Robert desde que se confirmó su permanencia. Más allá de las estadísticas, su presencia representa estabilidad y liderazgo para un equipo en plena transición.
“Luis es un jugador extraordinario”, concluyó Venable. “Un gran compañero dentro del clubhouse y un factor decisivo en el terreno. Todos quieren tener a alguien como él en su equipo”.
Por ahora, Chicago lo tiene. Y él está listo para seguir demostrando por qué.

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