Por Jesse Sánchez MLB.com
GLENDALE, Arizona — Las prácticas del cubano Luis Robert comienzan cuando sube al automóvil de su compatriota y compañero en los White Sox, Yoan Moncada.
El viaje de 10 minutos del hotel a Camelback Ranch, las instalaciones de entrenamientos de los Patipálidos en Arizona, es breve pero instructivo. Robert le hace varias preguntas sobre béisbol y la vida en los Estados Unidos después de salir de Cuba. El intermedista hace lo mejor para darle respuestas mientras conduce.
«Cuando crecía nunca llegué a imaginarme que estaría aquí», dijo Robert, de 20 años de edad, quien conoció a Moncada como adolescente en Cuba. «Es bastante bueno tener a otro cubano para que me ayude a adaptarme».
Juntos, Moncada y Robert representan el futuro de la franquicia. Por separado, los jóvenes están trabajando para establecerse en la organización. Robert, quien desertó de Cuba a finales del 2016 y firmó con los White Sox en mayo pasado por un bono de US$26 millones, llega a su primera campaña completa en Ligas Menores. Moncada, quien firmó un contrato de US$31.5 millones con los Medias Rojas tras su llegada a los Estados Unidos en el 2015, comenzará a su primera temporada completa como el segunda base titular de los Patipálidos.
Robert y Moncada fueron compañeros en la selección Sub-18 de Cuba en el 2013.
Robert, quien es el prospecto número 23 de todas las Grandes Ligas según MLB Pipeline, reconoce que le tomará tiempo para acoplarse a la vida en los Estados Unidos. No habla inglés y está consciente de que enfrentará diferencias culturales. En este aspecto Moncada será de bastante ayuda para Robert, de igual manera en que su compatriota e inicialista de Chicago, José Abreu, ayudó al joven infielder. Robert dijo que un tío que vive en California también lo ayudará en su transición a los Estados Unidos.
El mayor cambio en la vida de Robert ha sido en el aspecto personal. Sus padres y hermanas llegaron desde Santo Domingo para acompañarlo.
«Es importante tener en cuenta que la mayoría de su desarrollo sucederá fuera del terreno», explicó el gerente general de los White Sox, Rick Hahn. «Es fantástico verlo en las prácticas de bateo, hace ver los terrenos muy pequeños y será divertido verlo en los Entrenamientos de Primavera y en el equipo que termine para la temporada del 2018. Pero sin importar su desempeño, a lo que más se tendrá que acostumbrar es la vida en los Estados Unidos, una cultura diferente, otra clase de béisbol, expectativas y calendario».
Desde que se integró a los White Sox, Robert ha jugado en la Liga Dominicana de Verano y participó en la liga instructiva en la academia del club en la República Dominicana. El guardabosque será parte de los entrenamientos primaverales con el equipo grande el próximo mes. Es probable que inicie el año con una de las sucursales Clase-A en Kannapolis o Winston-Salem.
«Me gustaría estar en las Grandes Ligas como los demás, pero no sé cuál es el plan que tienen para mí», expresó Robert. «Me enfocaré en hacer mi trabajo y seguir mejorando».
Por su parte, Moncada terminó la temporada del 2017 con promedio de .231, ocho jonrones, 22 impulsadas, 31 anotadas y tres estafadas. Bateó .211 en 20 turnos con Boston en el 2016 y meses después pasó a Chicago como parte del canje que envió a Chris Sale a los Patirrojos.
Como muchos jugadores jóvenes con la clase de experiencia en la Gran Carpa, Moncada es una obra en progreso.
«Yoan es bastante joven con medio año en las Grandes Ligas», dijo Hahn. «Pienso que se sentirá más cómodo, conocerá mejor a los lanzadores que enfrenta, sabrá los ajustes que deberá hacer y sabrá que estará en la alineación todos los días».
Por ahora, Moncada y Robert aprovechan una visita a un restaurante cubano para recordar los viejos tiempos y soñar sobre el futuro.
«Yoan todavía es muy joven y todavía está tratando de establecerse en el equipo grande», agregó Hahn. «El hecho de que está pensando en cuidar y tener en cuenta a uno de sus jóvenes compañeros pasando por lo mismo, nos demuestra la gran persona que es él».