CLEVELAND — El puertorriqueño Francisco Lindor sabe por lo que está pasando el novato cubano Yandy Díaz, ofensivamente hablando. Cuando Lindor llegó por primera vez a las Grandes Ligas hace dos años, el campocorto estaba pegándole duro a la pelota, pero no tenía la suerte de su lado.
Antes de la jornada del miércoles, Díaz tenía una velocidad promedio de salida de 94.6 millas por hora en bolas puestas en juego, el quinto mejor entre todos los bateadores de Grandes Ligas con al menos 20 resultados, de acuerdo con Statcast™. Pero tras ochos juegos, el tercera base tenía .222 de promedio de bateo con .509 de OPS.
«Sus turnos, en la mayoría de las ocasiones, han sido bastante buenos», dijo el manager de los Indios, Terry Francona. «Normalmente, cuando usas todo el campo, te ves recompensado. Eso no ha sido generalmente el caso con él hasta ahora. Pero si sigue haciendo swing como hasta ahora, sus números van a mejorar».
Efectivamente, Díaz se fue de 3-2 con una base por bolas el jueves contra los Medias Blancas y llegó al viernes con promedio de .242 y porcentaje de embasarse de .306.
Tras ser subido en el 2015, Lindor bateó .223 con .568 de OPS en 111 visitas al plato antes de la pausa del Juego de Estrellas. El campocorto dijo que cometió un error al tratar de empezar a hacer swing como los veteranos del equipo. Cuando empezó nuevamente a hacer lo que siempre había hecho, se arregló y los resultados llegaron.
Lindor le ha dado el mismo consejo a Díaz.
«Le hemos dejado saber que no tiene que ser igual que yo», dijo Lindor. «No tiene que ser como ninguno de nosotros. Es muy buen bateador. Logró ser parte de este equipo bateando y va a batear. Tiene que seguir siendo él mismo y no tratar de ser como nadie más. Tiene que seguir haciendo swing, nada más».
