El primer torneo Premier 12 tuvo lugar en el 2015. Si algo seguramente resultó inolvidable de esa lid para la afición cubana fue la presencia, por primera y única vez, en la selección mayor de los tres hermanos Gurriel: Yunieski, Yulieski y Lourdes Jr.
El contexto en el que cada uno integró esa escuadra fue bien distinto. El mayor de los Gurriel se encontraba en la mejor forma ofensiva de su carrera y acababa de alcanzar el liderazgo de los bateadores en la extinta Liga Can-Am.
Por su parte, “Yunito” se consolidaba a paso acelerado dentro de la nómina de los Industriales y había resultado en ese verano el Jugador Más Valioso (MVP) en el tradicional torneo de Rotterdam, en Países Bajos.
Llamativamente el de mayor intriga con respecto a su presencia entonces resultó el Yuli, quien había visto perder un contrato en Japón a causa de las lesiones y luego no se había reportado a los entrenamientos del Cuba de cara a los Panamericanos de Toronto.
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En el desafío inaugural, saldado con derrota ante Canadá, Lourdes Jr. alineó como tercer madero y “La Piña” como cuarto. En el duelo siguiente, ante Países Bajos, Yunieski entró en las postrimerías del choque y respondió a la ofensiva.
Ello y el lento arranque del patrullero central Julio Pablo Martínez se combinó para que, el 12 de noviembre del 2015, por primera vez en la historia de las selecciones cubanas alinearan los tres hermanos Gurriel, con Lourdes Jr. de primer madero y guardabosques izquierdo, Yuli en su tradicional rol de tercer bate y antesalista y Yunieski como noveno en la tanda y jardinero central.
Yunieski se fue de 4-2, con tres impulsadas, en la peleada victoria 8-7, en diez entradas, ante Puerto Rico y luego fue titular inamovible en su posición.
Las marcas históricas no quedaron ahí, pues el 14 de noviembre la Mayor de las Antillas se midió a Taipei de China, con los tres hermanos Gurriel encabezando el line up: Yunito, Yunieski y el Yuli, por ese orden.
En la justa Cuba quedó segunda de la llave A, con saldo de tres éxitos y dos descalabros. Sin embargo, el destino puso en su camino para el cruce de cuartos de final a Corea del Sur, tercero del grupo B (3-2) y a la postre campeón, quienes terminaron superando a los antillanos con marcador de 7-2.
Inesperadamente Yunieski terminó siendo el mejor bateador cubano del evento, con promedio de .412 (17-7) en seis desafíos y cuatro rayitas traídas para la goma.
Más discretos estuvieron sus hermanos: Yuli ligó para .227 (22-5), con un doble y un triple como extrabases, en tanto que Lourdes Jr. se fue de 21-4 (.190), con tres tubeyes. Las únicas carreras empujadas del trío fueron las salidas del bate de quien, contradictoriamente, fue el menos bateador de ellos.
Parecía que la presencia de los tres Gurriel en el equipo Cuba perduraría en el tiempo. Sin embargo, meses después, Yuli y Lourdes Jr. aprovecharon la Serie del Caribe disputada en suelo quisqueyano para partir en búsqueda de iniciar su carrera en el mejor béisbol del mundo, lo cual lograron exitosamente.
Yunieski no tardó mucho en unírseles en suelo norteamericano, poniendo fin a su etapa como jugador activo e iniciando una destacada trayectoria en rol de entrenador.