En días recientes repasamos la labor de los bateadores cubanos en la NPB este 2023. Hoy completamos ese repaso estadístico analizando el desempeño de nuestros serpentineros, sobresaliendo en ese sentido el vueltabajero Raidel Martínez, indiscutiblemente el cubano más destacado en la contienda.
Liván Moinelo (# 35, Fukuoka SoftBank Hawks): El pinareño exhibió su habitual consistencia en la NPB aunque una osteocondritis disecante en el codo de su brazo de lanzar puso fin de forma prematura a su campaña en el mes de julio, requiriendo operación. En 27 salidas (cifra más baja en su carrera en el béisbol nipón) sumó tres victorias sin derrotas, con cinco juegos salvados, 13 hold, 16 hold points, 27.2 innings de labor, solo tres carreas permitidas (todas limpias), fabulosa relación de 37 ponches y apenas cinco boletos, PCL de 0.98, WHIP de 1.10, promedio de 12.04 bateadores retirados por la vía de los strikes cada nueve entradas y average rival de 122. Según informes recientes, los Halcones de SoftBank manejan la posibilidad de cambiar a Moinelo para el rol de abridor, algo casi inédito en toda su carrera, de cara a la contienda del 2024 ante la realidad de un equipo que se encuentra en plena reconstrucción de su rotación.
Números de por vida en la NPB (2017-2023):
G-P: 19-9, PCL: 1.95, Holds: 135, JL: 306, JS: 40, SO-BB: 422-132, EL: 300.1, WHIP: 0.98.
Raidel Martínez (# 92, Dragones de Chunichi): Sin discusión alguna el pinareño fue el mejor jugador cubano de la campaña en la NPB y posiblemente el mejor latino. Su 2023 ratificó que lo hecho un año antes no fue casualidad y exhibió un dominio aplastante, dejando en evidencia que ya esta liga es un escalón superado con notas de honor para el vueltabajero. En 48 salidas sumó tres triunfos, un revés, 32 juegos salvados (tercero en la Liga Central, solo superado por los 35 de Suguru Iwazaki, de Hanshin y los 33 de Kazuto Taguchi, de Yakult), nueve holds, 12 hold points, 46.2 entradas de labor, apenas cuatro carreras permitidas (dos de ellas limpias), un cuadrangular tolerado, astronómica relación de 62 ponches (igualando su cota previa firmada en 2022) y solo cuatro boletos, PCL de 0.39 (marca personal), WHIP de 0.75, promedio de 11.96 ponches por cada nueve innings, excepcional índice de 15.50 ponches por cada boleto regalado y average rival de 187. Por segunda vez participó en la Serie de las Estrellas. No logró clasificar a la postemporada porque su equipo quedó en el último lugar de la Liga Central (56-82 y cinco empates), pero su actuación como cerrador influyó en el 78.6 % de las victorias de su club este año.
Números de por vida en la NPB (2018-2023):
G-P: 12-15, JS: 123, Holds: 35, JL: 243, PCL: 1.85, EL: 252.2, SO-BB: 294-60, WHIP: 0.92.
Yoan López (# 99, Gigantes de Yomiuri): El pinero fue el único cubano debutante este año en la NPB y quedó a deber con su rendimiento. Inició en el equipo principal pero sus primeras salidas no convencieron a la directiva y rápidamente fue relegado a la segunda escuadra en la Liga Oriental. Allí trabajó 14 encuentros, con PCL de 3.00 en 15 capítulos, cero decisiones a su cuenta, 13 ponches, cinco boletos y WHIP de 1.27. Números positivos en ese sentido. Otra fue su realidad en la NPB. Lanzó ocho partidos, con una derrota (en el Día Inaugural) como única decisión, 6.2 episodios, dos ponches, siete pasaportes gratis, cuatro carreras toleradas (tres de ellas limpias), PCL de 4.05, WHIP de 1.95 y average rival de 250. La muestra es pequeña pero su marcado descontrol nubla el horizonte de Yoan en suelo nipón. Su elenco no avanzó a los play off al quedar cuarto en la clasificación de la Liga del Pacífico (71-70 y dos empates).
Números de por vida en la NPB (2023):
G-P: 0-1, JL: 8, INN: 6.2, SO-BB: 2-7, PCL: 4.05.