Pelota Cubana tuvo nuevamente el placer de conversar con el destacado ex lanzador Liván Hernández de 17 temporadas en el mejor béisbol del mundo, pero esta vez la conversación giró en torno a la labor realizada por el cubano como entrenador durante diez años ininterrumpidos. A continuación le dejamos a su consideración la entrevista íntegra con el ganador de la Serie Mundial en 1997 con los Florida Marlins.
-Diez años como maestro de béisbol, ¿qué significa?
«Recuerdo en que en el 2014 ya me había retirado. Estaba en mi casa. No hacía nada. Jugaba golf. Salía para la calle todos los días. Hasta que un amigo, Tamayo, me dijo que trabajara en esto y me empezó a gustar. De ahí para acá todo es historia. Son 10 años enseñando».
-Enseñar béisbol a niños requiere mucha paciencia.
«Es que muchos padres no entienden como es la pelota. La pelota tiene algo que si no lo haces correcto te desapareces. Uno trata de explicar como es, el funcionamiento, las prácticas. Hay muchos que escuchan y llegan lejos. Hay otros que no escuchan y se quedan en el camino».
got the 1997 Liván Hernández strike zone out therepic.twitter.com/Y5I3eis0I5
— Karl Heiser (@KHeiserCBB) June 16, 2024
-¿Enseñas para que sean como tú o encuentren su propio camino?
«Uno no enseña en base a lo que uno tenía. Uno enseña en base a lo que tiene el muchacho. Todo el mundo no puede lanzar como yo lo hacía, con la tolerencia que tenía, calmado. Yo trato de llamar los pitcheos en los juegos, como si yo estuviera lanzando. Hemos tenido buenos resultados, hemos estado entre los mejores cinco del país en pitcheo. Hemos firmado peloteros en niveles profesionales».
-He hablado con varios padres y todos hablan muy bien de ti.
«Soy exigente en el terreno, grito cuando se hacen jugadas que no se deben hacer, pero los niños se van acostumbrando al sistema mío: cuando hagan un error hay que corregirlo para que aprendan. Hay coaches que no les importa. Solo quieren un trofeo. Nosotros tenemos un sistema de pitcheo diferente. Hay muchos coaches de pitcheo inventados».
-¿Qué has aprendido en estos 10 años que desconocías de ti?
«Aprendí sobre todo a lidiar con los niños. Cada uno tiene una mentalidad diferente. Siempre hablo con los padres, les doy consejos sobre cómo guiar a los niños. Eso es muy importante. Trato de darles información sobre las escuelas, sobre la verdad del futuro que les espera».
On this day 25 years ago, Liván Hernández homered at the plate and tossed eight strong innings on the mound to pick up his final win as a member of the Florida Marlins in an 11-4 victory over the Tampa Bay Devil Rays: https://t.co/ulp41Ay2ai #MarlinsBeisbol pic.twitter.com/YqoI8tU93W
— Mike Ferguson (@MikeWFerguson) July 9, 2024
-Si al momento de retirarte te dicen que serás maestro, ¿lo habrías creído?
«Yo no pensé que iba a durar tanto tiempo, pero me ha gustado dirigir, tengo buenas personas a mi alrededor, los padres son buenísimos. La gente no entiende que esto no es para ganar trofeos. Esos trofeos valen 15 pesos. Aquí se trata del desarrollo del muchacho. Si no ves ese desarrollo no estás haciendo nada. Nosotros los preparamos para cuando lleguen a High School ya entren jugando béisbol».
-Si ahora viene un niño cualquiera, ¿qué consejo le darías a su padre?
«Practicar. Un niño de siete años quizás no tenga ese gran talento, pero si tienes un plan de entrenamiento diario el chico aprende. Si vienes una vez o dos veces a la semana, no va a aprender a jugar pelota nunca. Con uno o dos días vas a perder el tiempo».
-¿Qué te ha dado más satisfacción?
«Ver a los niños progresar. Verlos lanzar en los torneos, verlos enfocados. El problema de hoy en días es el teléfono, los juegos. Los niños tienen un juego en la mañana, pero se acuestan a las dos de la madrugada y los padres permiten eso. Al otro día el padre le grita al niño, pero él permitió que se acostara tarde».
-¿Te ves 10 años más de maestro?
«Bueno, el arrendamiento del parque son como 15 años más. La ciudad de Hialeah ha sido increíble conmigo. Le doy las gracias al alcade Bovo. Siempre estamos en contacto. Hemos hecho una ciudad de béisbol. Esto estaba muerto».
Liván Hernández en su paso por Las Mayores participó en 519 desafíos, 474 de ellos como abridor y dejó un balance de 178 juegos ganados (cuarto de todos los tiempos entre los lanzadores cubanos) y 177 perdidos. En 3189 entradas lanzadas permitió 1066 carreras limpias (4.44ERA). Es el tercer cubano con más ponches en Grandes Ligas (1976) y atesora un título de Serie Mundial con los Florida Marlins en 1997, donde además fue seleccionado como el jugador más valioso.
Sin dudas se trata de uno de los peloteros nacidos en Cuba más grandes que ha pasado por el béisbol estadounidense y ahora a su gloriosa carrera como atleta, suma diez años aportando sus enseñanzas a las futuras generaciones como entrenador.