Livan Hernández ha demostrado a lo largo de sus años que conformarse con lo que tiene y acomodarse no es su estilo de vida. Ahora el seleccionado dos veces a Juego de Estrellas en las Grandes Ligas emprende un nuevo viaje dentro del béisbol. Pensando también en la comunidad cubana y latina del Sur de la Florida y en especial su querida Hialeah.
«La Academia Livan Hernández» será el proyecto más grande en la carrera como entrenador del ganador del anillo de la Serie Mundial en 1997.
Pelota Cubana conversó con el también MVP de aquella Serie Mundial del ’97 sobre cómo avisora su proyecto en el presente y futuro. Además, también nos contó sobre lo distinto de su época a la actual para los peloteros cubanos en el béisbol americano.
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— jorge ebro (@jorgeebro) August 11, 2022
La entrevista con Livan Hernández la ponemos a continuación a su disposición:
¿Cuál es la misión principal de este proyecto?
«Traer el béisbol de vuelta a Hialeah. Una academia bajo el nombre de Liván Hernández Béisbol para que los niños que ahora deben ir a otros lados a jugar béisbol no tengan que irse de Hialeah y puedan desarrollarse aquí mismo, como sucedía en el pasado».
¿Cómo concebiste esta academia?
«Queremos hacer la academia con 12 o 15 equipos, todos de aquí en Hialeah. Que todos regresen y practiquen aquí, y luego participar en ligas en otros lugares. Este es el proyecto más grande de mi carrera como profesor. Vamos a tener cajas de bateo, entrenamiento especializado para lanzadores. Todo lo que ayude a los chicos a llegar a otro nivel».
¿Y lo logras?
«Jugar en un nivel y qudarse en él no es la meta. Todos los años hemos metido uno o dos peloteros en el Draft de las Grandes Ligas, gracias a Dios. Luego están los peloteros que llegan a las Universidades que es algo muy importante para los padres».
En lo personal, ¿qué representa este proyecto para ti?
«Lo importante es ver los niños que progresan. Que un equipo llegue a la final de un torneo. Ahí se ven los resultados. Quedamos líderes en bateo, en pitcheo. Tres de nuestros bateadores quedaron entre los cinco primeros. Soy exigente, pero no soy yo solo, tenemos varios entrenadores que vamos a sumar esfuerzos».
Cuando debutaste eras el único cubano de Sereis Nacionales, ahora pasaron 32.
«Ahora puedes ir y comer comida cubana en otra ciudad. Soy un guerrero. Cuando me quedé, me quedé solo. Supe navegar. Siempre quise adaptarme al sistema americano. Muchos jóvenes sufren por eso, porque no se adaptan al sistema de béisbol de aquí que es duro. El mejor del mundo».
¿Te habría gustado tener 30 compatriotas en tu tiempo?
«Claro, así uno disfrutaba, jugaba dominó. Uno tenía que invitar a dominicanos, venezolanos. Hasta que llegó mi hermano al año siguiente y nos reunimos en Nueva York y salimos a comer. Ya era diferente».
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Felicidades brother