Autor: Leidys María Labrador Herrera
LAS TUNAS.—Cada Serie Nacional es una fiesta para la afición cubana. Mientras dura el principal evento competitivo de nuestro deporte nacional, reinan la polémica y el sano espíritu de rivalidad. Sin embargo, hay momentos en el calendario de la batalla beisbolera que llenan de emoción a millones de cubanos, y el Juego de las Estrellas es sin dudas uno de ellos.
Ese es el motivo por el que, convertirse en sede de ese singular evento, es un enorme compromiso para cualquier territorio, y este año, la responsabilidad de organizarlo corresponde a Las Tunas. Desde que se conoció la noticia, comenzaron en la provincia las acciones organizativas que permitan convertir al balcón del oriente en digno anfitrión —los próximos 12 y 13 de diciembre— y a la vez, aseguren el desarrollo de un espectáculo único a la altura de las expectativas del pueblo.
LOS PASOS ESENCIALES
Como principales responsables de la realización del Juego de las Estrellas, los directivos del Inder trazaron estrategias para los aseguramientos.
José Robinson Pérez, director provincial de Deportes, explicó que en estos momentos se desarrollan reuniones sistemáticas para evaluar el avance de las tareas propuestas. El directivo añadió que se definieron 14 áreas, cada una con sus responsables y sus rutas críticas, para evaluar los avances y determinar lo que falte por hacer, no solo dentro del estadio, sino en los lugares previstos para el alojamiento y en las calles que rodean la instalación.
Durante los meses de octubre y noviembre, las principales autoridades de la provincia han llevado un seguimiento estricto de los preparativos. Se logró cohesionar a varios organismos del territorio en función de los aseguramientos materiales para que el Julio Antonio Mella, casa de los Leñadores, muestre sus mejores galas.
Con ese objetivo, se trabajó en la limpieza del drenaje, y se dan los toques finales a la pintura de la instalación. Se completó el acolchonamiento del estadio y artistas plásticos trabajan en la decoración de la parte exterior de la cerca perimetral. Otras áreas en las que se han hecho importantes acciones son la cabina de transmisiones, la sala de prensa y el salón de protocolo.
Aún preocupa la tardanza en la llegada del arenón, vital para mejorar el terreno, cuyo césped ha sido beneficiado por las lluvias de los últimos días. No obstante, se ha establecido el 4 de diciembre como fecha tope para la entrega de este recurso. Asimismo, se espera la llegada de la brigada nacional encargada de alinear las luces, un objetivo que no ha podido cumplirse.
Durante los días que restan hasta el esperado evento se acometerán otras acciones como la reparación de los viales interiores del estadio y el bacheo de las calles aledañas. Se ha propuesto la pintura de fachadas en las viviendas cercanas y la reanimación de otras instalaciones deportivas vinculadas al Julio Antonio Mella. Se prepara también todo el talento artístico y deportivo que participará en la inauguración y clausura del Juego de las Estrellas.
UNA MOTIVACIÓN ESPECIAL
Recibir esta sede significa un orgullo y a la vez una gran responsabilidad para todo el pueblo tunero. Sin embargo, a la alegría por esta visita de las estrellas se suma la clasificación de los Leñadores, un resultado muy esperado por los amantes del deporte nacional.
Pablo Alberto Civil Espinosa, comisionado provincial de béisbol, dijo que el hecho de escoger al territorio como sede del esperado espectáculo beisbolero, obedece en gran medida al resultado que ha mostrado el equipo en esta 55 Serie Nacional. “Aspiramos a ser excelentes anfitriones”, aseveró.
Después de una década, el Juego de las Estrellas vuelve a Las Tunas. Nuestros peloteros brillarán en el Julio Antonio Mella, demostrando una vez más la calidad deportiva de las pasadas y presentes generaciones.