Lázaro Estrada fue lo más destacado en la pequeña representación de jugadores cubanos participantes este año en la recién finalizada Liga Otoñal de Arizona, certamen que habitualmente agrupa a buena parte de los mejores prospectos de cada una de las 30 organizaciones de MLB.
El serpentinero de los Azulejos de Toronto, insertado aquí en el cuadro del Scottsdale Scorpions, trabajó en cuatro encuentros (uno como abridor), con balance de un triunfo sin derrotas.
En 11.2 entradas le fabricaron cinco anotaciones (todas limpias) para una efectividad de 3.86. Su control fue exquisito, tal como lo muestran sus 19 ponches, apenas cuatro boletos y un WHIP de 0.94. Como promedio recetó 14.7 “chocolates” por cada nueve episodios de labor.
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Terminó duodécimo en el apartado de los ponches (igualado con Ryan Bergert, de los Padres y Ryan Birchard, de los Cerveceros), departamento que, recordemos, estuvo comandando durante buena parte de la contienda.
Como máxima distinción, resultó elegido para participar en el Juego de las Estrellas.
Por su parte, el otro hijo de la Mayor de las Antillas fue mejorando tras un gris comienzo pero, aún así, sus números globales quedaron por debajo de lo esperado.
Hablamos del serpentinero avileño Kendry Rojas, compañero de Estrada en las filiales de Toronto y, por ende, también en los Scorpions.
Lanzó seis veces (cinco de ellas como iniciador), con balance adverso de 0-1. En 15.2 episodios sobre el box le anotaron 10 carreras (todas limpias), para un elevado PCL de 5.74. Repartió 13 ponches, regaló ocho transferencias y dejó un WHIP de 1.60.
Quedó sexto de la liga en juegos iniciados, abrazado en ese renglón con varios monticulistas.
El Juego por el Campeonato de la liga tuvo lugar el pasado sábado 16 de noviembre, choque donde los Salt River Rafters se impusieron 3-2 a Surprise Saguaros. Para los vencedores fue este su sexto cetro en la justa, sumado a los conseguidos anteriormente en 1993, 2000, 2011, 2014 y 2019.