POR JORGE EBRO
Don Mattingly lo llama el lanzador más flexible del equipo. Odrisamer Despaigne será el tercer abridor de los Marlins contra los Cachorros de Chicago por detrás de José y Caleb Smith, lo cual viene a ser el premio de la primavera y una responsabilidad enorme rumbo a la temporada 2018.
Al inicio del spring training, Despaigne se había preparado para hacer el equipo en cualquier capacidad, pero desde el principio quedó claro que el habanero tendría una gran oportunidad de encontrar un puesto en la rotación.
«Con Despaigne nos sentimos muy seguros, por lo versátil que es, lo que puede hacer», comentó el manager Mattingly. «Puede realizar todas las funciones disponibles para un lanzador, y lo mejor es que su brazo responde con mucho balance. Un día puede abrir y al otro trabajar de relevo, sin que eso cause problemas».
Si la carrera por los tres puestos restantes en la rotación, después de Ureña y el ahora lesionado Dan Straily, eran un enigma cuando abrió el campamento de Júpiter, Despaigne no dejó nada a la casualidad al terminar con efectividad de 3.75 en siete encuentros, 20 ponches en 24 entradas, tres aperturas y un salvamento.
A medida que iban bajando los -en un momento llegaron a ser nueve- candidatos, Despaigne surgía como uno de los elegidos para quedarse en la rotación, una noción reforzada con la partida de Sandy Alcántara a las Menores.
«Tuvo una buena primavera», recalcó Mattinlgy. «Ahora esperamos mucho de él».
Utilizado en distintas formas, Despaigne tiene la oportunidad de romper su marca personal de 18 aperturas, fijado en el 2015 con los Padres de San Diego, luego de que en el 2016 no abriera ni uno.
Ya en la temporada pasada los peces le dieron la oportunidad de iniciar en ocho ocasiones, sobre todo en el mes de septiembre, cuando lanzó en gran forma y puso a pensar a los que toman decisiones en el club.
La temporada pasada no comenzó bien para el habanero, quien sufrió una lesión que le obligó a integrarse algo más tarde y terminó con una efectividad de 7.94 antes del Juego de las Estrellas, aunque tras la pausa mejoró a 3.59.
Esta vez, sin embargo, Despaigne va desde el principio y con todo.