Por: Michel Contreras, Yirsandy Rodríguez
Uno de los estadísticos más acuciosos del país, mi amigo Yirsandy Rodríguez, me propone una serie de trabajos como para chuparse los dedos beisboleros. Algo así como estadísticas distintas de las que habitualmente se utilizan en los espacios deportivos nacionales. Y en su primera entrega se aparece con una novedad que podríamos denominar Bateo contra Lanzadores Elite (BLE).
Esto es, los numeritos de todos los bateadores de la presente Serie Nacional –sin incluir los juegos sellados- contra el grupo de pitchers que podría considerarse de primer nivel (entre ellos se han incluido algunos de ‘poco nombre’ pero buenos resultados en la temporada).
De modo que la estadística revela quiénes son los peloteros que mejor le conectan a los serpentineros más exigentes del torneo. Y si atendemos a los más destacados en cuanto a promedio ofensivo CON UN MÍNIMO DE 50 VISITAS AL CAJÓN, encontraremos varios datos elocuentes.
¿Sabe quién lleva la voz cantante en tal sentido? El infielder espirituano Daviel Gómez Montero, de 24 años y tres Series, quien asombra con su rendimiento de .431 (51-22). ¿Y tiene idea de cuántos jugadores promedian por encima de .300 en materia de BLE con las comparecencias requeridas? Pues 27, justo la mitad de los 54 peloteros que exceden dicha barrera en el campeonato en curso. ¿Y quién ha pegado más jonrones en tales circunstancias? El avileño Osvaldo Vázquez, 4.
El caso de Gómez Montero es admirable. El muchacho exhibe un average global de .338, nada menos que 103 puntos por debajo de lo que compila versus los mejores. Otros dos casos en que jugadores semidesconocidos también han conseguido conectarle con solidez a los pitchers de vanguardia, son los de los jugadores de cuadro camagüeyanos Leonel Segura (.370) y Humberto Bravo (.315), cada uno con dos Series a cuestas.
Seguidamente, Cubadebate ofrece dos interesantísimos trabajos estadísticos. El primer adjunto corresponde a la faena de todos los atletas involucrados en el evento, y contiene además la relación de serpentineros tomados en cuenta a la hora de calcular el BLE. El segundo se refiere a las actuaciones personales de los tres jóvenes mencionados en el párrafo previo ante el pitcheo de más rigor.