Por Scott Merkin MLB.com
CHICAGO — Si se crease un modelo de consistencia como ejemplo para un bateador de Grandes Ligas, el primera base cubano de los White Sox, José Abreu, merecería ser considerado seriamente para servir como prototipo.
Abreu está viviendo una racha en la que ha conectado imparables en 10 de sus últimos 11 juegos, y el sábado pegó su octavo cuadrangular de la temporada. Así, ahora tiene 10 cadenas de 10 partidos o más dando imparables desde que se unió a los White Sox, empatando con el venezolano José Altuve, Charlie Blackmon y Daniel Murphypor la mayor cantidad de rachas de esa magnitud desde el 2014.
Entonces, ¿qué hace de Abreu, que antes de irse de 4-0 el domingo estaba bateando .447 en sus 10 duelos previos, un jugador tan consistente? De acuerdo con el coach de bateo de los White Sox, Todd Steverson, eso se debe en buena medida a la consistencia de su plan de trabajo
«En realidad es eso, la consistencia de lo que hace cada día», dijo Steverson. «Si rutina es bien consistente. Tiene una rutina bien demarcada, incluso fuera de la caja de bateo.
«Este juego es capaz de tumbarte muy rápido. No es fácil dar un hit en las Grandes Ligas, así que en verdad, yo diría que su capacidad para creer en sí mismo y saber lo que quiere hacer cuando llega al plato son la clave».
Steverson también afirmó que el balance de Abreu y su coordinación manos-vista son muy importantes.
«La posición en la que se coloca una y otra y otra vez y su habilidad para reconocer los pitcheos y llevar sus manos sobre la zona de strikes son impresionantes», dijo Steverson. «Afuera, arriba, abajo, adentro. Puede pegarle en cualquier parte.
«Él sencillamente es alguien muy fuerte mentalmente», expresó Rick Rentería, el manager de los White Sox. «Es consistente. No se emociona mucho. No se desanima. Es el ejemplo de una persona que entiende la complejidad de la larga temporada de Grandes Ligas y no permite que los bajones, ni los buenos momentos, lo afecten demasiado».
Sólo Frank Thomas llegó a 300 extrabases de por vida en menos juegos que Abreu en la historia de los White Sox. Thomas necesitó 626 y Abreu llegó a ese punto el sábado en su juego número 655. El cubano se ha convertido en un líder dentro de un clubhouse lleno de jóvenes, y su ética de trabajo y plan dentro del terreno son un gran ejemplo para las figuras en ascenso de la organización.
«Todo el mundo sabe que él es el indicado a seguir», mencionó Steverson. «Cuando llega al plato, todo el mundo se pone como diciendo ‘Esta es nuestra oportunidad’. Pase o no, todos saben que tiene ese deseo, esa habilidad para darle la vuelta al juego si se le presenta la oportunidad».