«Lo más difícil fue prepararme», dijo Fernández. «Me pasé dos años entrenando pero sin jugar, así que tuve que ajustarme al timing del bateo».
Con un contrato de US$200,000, Fernández es visto como un bateador zurdo y de contacto que sabe jugar en la segunda base, su posición preferida, además de la tercera.
«Jugué en la segunda toda la vida, pero en la República Dominicana me pusieron en la tercera», dijo. «Jugaré la posición que ellos quieran; sólo quiero jugar. Pero me siento más cómodo en la segunda».
Fernández comprende que su primera asignación saliendo de los entrenamientos podría ser influenciada por lo oxidado que está luego de tanto tiempo sin jugar y un roster de los Dodgers con mucho talento.
«Lo decidirá el terreno de juego», dijo. «Entrenaré duro. Espero jugar bien. Después de eso, depende de la gerencia decidir si estoy en un buen nivel.
«Mi sueño es estar en Grandes Ligas y trabajaré duro para realizarlo».