Por Jason Beck
CHICAGO – José Iglesias hizo una gran jugada defensiva el viernes que preservó la victoria de los Tigres sobre los Medias Blancas en el Guaranteed Rate Field. Pero ese no era el motivo por que el campo corto cubano rebosaba de orgullo el sábado por la mañana en el clubhouse de Detroit.
Iglesias, de 28 años de edad, era adolsecente cuando arriesgó su vida y su carrera para salir de Cuba. En Grandes Ligas, se ha destacado por su defensa, a la vez que ha echado raices en Miami. Pero aunque sus hijos nacieron en los Estado Unidos, el torpedero tuvo que esperar su turno para convertirse ciudadano estadounidense.
«Mis hijos y mi prometida todos son estadounidenses. Soy el último», señaló Iglesias. «Ser parte de este gran país es algo enorme para mí».
Luego de estudiar con sus compañeros de equipo y el coordinador de video de los Tigres, Andy Bjornstad, Iglesias tomó el examen el viernes en Detroit y lo aprobó.
«Convertirme en ciudado estadounidense era uno de mis sueños», dijo Iglesias. «Estoy sumamente contento».