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Por Scott Merkin
CHICAGO — El cubano José Abreu ha sido un mentor para su compatriota Yoán Moncada, el prospecto número 1 del béisbol, desde el día en el que Moncada llegó a los White White Sox en el cambio con los Medias Rojas que envió al estelar zurdo Chris Sale a Boston.
Abreu está siguiendo la misma estrategia con Luis Robert, la destacada promesa cubana de 19 años que se unió oficialmente a los White Sox el sábado gracias a un contrato de ligas menores que incluye un bono de US$26 millones por firmar.
«Estoy emocionado por tener esa oportunidad», dijo Abreu sobre el poder ser mentor de peloteros jóvenes. «Me gusta aconsejar a los muchachos y decirles qué hacer para que las cosas les salgan bien, así como estoy haciendo ahora con Moncada. Simplemente estoy esperando la oportunidad para hacerlo con él (Robert)».
«Estoy muy emocionado de tenerlo aquí. Es un muy buen pelotero. Sólo le dije que tiene que seguir trabajando duro y haciendo sus cosas para que llegue aquí lo más rápido que pueda. Es un buen muchacho».
Abreu se tomó fotos con Robert el sábado y habló con él antes de su conferencia de prensa. Le aconsejó rodearse de gente buena que se preocupe por él para ayudarlo con la transición fuera del terreno. Jugar primero en las menores, algo que Abreu no hizo, ayudará al joven Robert con la transición dentro del diamante.
«No es fácil venir aquí a jugar de una vez en las Grandes Ligas porque este es un nivel muy alto y en el que es muy duro jugar», dijo Abreu. «Él ha pasado mucho tiempo sin jugar pelota».
Abreu fue firmado como agente libre por los White Sox en octubre del año 2013 y ganó el premio Novato del Año de la Liga Americana en el 2014, cuando bateó 35 dobles, 36 jonrones, dejó promedio de .317 y OPS de .964 en 145 juegos en su primera temporada en las Grandes Ligas y en el béisbol profesional en Estados Unidos.
«El béisbol en Cuba es bueno, pero no tan bueno como en las Grandes Ligas y uno tiene que ajustarse. Poder ir primero a las menores será un proceso perfecto para él».
Abreu está orgulloso de ser parte de esa conexión de los White Sox con Cuba que ahora se potenciará aún más con la llegada de Robert.
«No sólo para estar organización de la cual soy parte, pero también para mi gente, porque yo sé que esta es una muy buena organización que está tratando de cuidar a sus peloteros cubanos», dijo Abreu.
«También sino un orgullo inmenso por Minnie Miñoso, porque él fue el primero que abrió la puerta para nosotros aquí en los White Sox».
