Los Gigantes necesitaban incorporar un bateador de fuerza que pegara cuadrangulares y remolcara carreras, y quien mejor que el cubano Jorge Soler, uno de los mejores jonroneros de la MLB.
Soler ya ha demostrado lo que es capaz de hacer en el juego, por lo que puede establecerse como uno de los líderes de bateo del equipo. En la campaña anterior conectó 36 cuadrangulares con los Marlins y además lideró al club en slugging, extrabases, boletos y anotadas.
Desde que debutó con el equipo Soler no ha podido mantener un buen rendimiento ofensivo y no ha podido establecerse como el bateador de fuerza que necesitaba San Francisco cuando lo firmó.
Sin embargo, parece que poco a poco el Crudo se está adaptando mejor a su nuevo equipo y en los últimos juegos está mostrando un mejor desempeño en el terreno de juego .
En el tercer partido de la serie ante los Piratas de Pittsburg, Soler bateó de 4-1 con una anotada y una impulsada para un promedio de .214 y fue uno de los bateadores principales para que los Gigantes se impusieron 6-7 a sus rivales.
En conteo de una bola y un strike en el cuarto capítulo, Soler conectó un rodado por la tercera base a 95 MPH. El rolling daba para un doble play pero la velocidad del cubano fue mejor y llegó quieto lo que permitió que el venezolano Trairo Estrada anotara la primera de los Gigantes para empatar el juego a una carrera.
Luego en el octavo ininng Soler aprovechó una recta del lanzador de Pittsburgh para conectar un doblete por el jardín central.
Por los Gigantes Matt Chapman disparó un jonrón de tres carreras ante Hunter Stratton (1-1) en el octavo y Brett Wisely trajó la carrera decisiva con un sencillo ante el cubano Aroldis Chapman.
Aunque el abridor de los Piratas Paul Skenes permitió una carrera, los bateadores de los Gigantes de San Francisco remontaron ante el bullpen para ganar la serie.