Por Phil Rogers
CHICAGO — Algunas veces, los mejores cambios son los que se hacen antes de que se desate la ola de rumores.
El colombiano José Quintana fue uno de esos casos para los Cachorros, llegando desde los Medias Blancas a tiempo para abrir durante la primera serie tras la pausa del Juego de Estrellas. El presidente de operaciones de béisbol de los Cachorros, Theo Epstein, cree que los D-backs hicieron algo parecido cuando adquirieron al outfielder J.D. Martínez de los Tigres.
El movimiento cubrió un par de necesidades que potencialmente han podido complicar a Arizona en su búsqueda por un puesto del Comodín en la Liga Nacional.
«Tuvieron algunos problemas contra los zurdos, y los rivales no le estaban lanzando a (Paul) Goldschmidt», dijo Epstein. «Pero ahora tienes a J.D. Martínez bateando detrás de Goldschmidt contra zurdos. Si miras lo que vendrá, tendrán que enfrentar a buenos zurdos».
Antes del Juego de Estrellas, los D-backs fueron barridos por los Dodgers. Los zurdos Clayton Kershaw, Alex Wood y Rich Hill los dejaron en apenas una carrera y siete hits, con 30 ponches, en 21 innings combinados entre los tres.
Menos de dos semanas después, Arizona obtuvo a Martínez a cambio de tres infielders de ligas menores.
«Creo que fue un tremendo cambio», dijo Epstein. «Es un equipo del que hay que cuidarse».
Martínez está de acuerdo con ese análisis. Le encanta lo que ha visto de su nuevo equipo.
«Es un equipo joven y con hambre», dijo el toletero de ascendencia cubana. «Siento que somos un equipo con ganas de salir a demostrarle a todo el mundo que deberían tomarnos en serio, que tenemos un buen equipo y que podemos dejar nuestra huella. Siento que mucha gente está descartando a este equipo. Quieren hablar sólo de L.A., Washington, Chicago, todos esos equipos, clubes poderosos. Siento que Arizona es un club que tiene muchas ganas de demostrarle a todo el mundo lo que puede hacer».
Los D-backs representan una gran historia esta temporada. Tras dejar récord de 69-93 el año pasado, ya con Zack Greinke a bordo, el equipo terminó despidiendo al manager Chip Hale y al gerente general Dave Stewart. Fueron sustituidos por Torey Lovullo y Mike Hazen, respectivamente.
Pocos esperaban que compitiesen por un boleto a la postemporada este año, pero aquí andan, posicionados para llevarse uno de los dos Comodines.
«Siento que todos estábamos optimistas y esperanzados de que teníamos las piezas adecuadas para que pasase algo así», dijo
Lovullo sobre la mentalidad del club durante la primavera. «Nos sentíamos muy bien con este grupo, específicamente por el núcleo de peloteros jóvenes y nombres como Paul Goldschmidt, A.J. Pollock, Zack Greinke y Shelby Miller».
Con Jake Lamb, el venezolano David Peralta y Brandon Drury contribuyendo de forma significativa, Arizona dejó marca positiva en cada uno de los primeros tres meses de la temporada, incluido el récord de 17-9 que pusieron en junio. Pero tras perder ocho de los primeros nueve en julio, el peor bache de la novena este año, Hazen salió a comprar y consiguió a Martínez.
El nuevo gerente se mantuvo agresivo durante el período de cambios, adquiriendo al derecho David Hernández para una segunda estadía en el bullpen de los D-backs y añadiendo al utility Adam Rosales tras un par de duros golpes en el medio del cuadro interior. El dominicano Ketel Marte dejó al club tras la repentina muerte de su madre, al poco tiempo de que Chris Owingsse fracturara un dedo en un intento de toque.
Tras recibir un bolazo en su primer juego para Arizona, Martínez casi engrosa la lista de lesionados, pero para suerte de los D-backs no pasó a mayores. Desde entonces ha estado encendido, con cinco jonrones y 13 carreras empujadas en los primeros 11 juegos con su nuevo conjunto.
«Ha ganado algunos juegos él solo», dijo Lovullo. «Ha bateado jonrones determinantes. La gerencia ha hecho un gran trabajo para mejorar al equipo. Obviamente fueron a buscar a J.D. temprano en julio por una razón, y él nos ha ayudado de gran forma».
Martínez hubiese generado una tonelada de rumores si se hubiera quedado en el mercado hasta este lunes pasado, la fecha límite para cambios sin el proceso de waivers. Pero no le importa la relativa falta de atención.
«Supongo que fue mejor, porque se resolvió rápido», dijo Martínez. «No tuve que preocuparme por eso, ni oír el tema todo el día por varias semanas».
Mucho mejor que eso es estar enfocado en ayudar a los D-backs a cerrar de la mejor manera lo que ha sido una gran temporada para la organización.