Por Jorge A. Rodríg…
Es un dato por todos conocido que el pitcheo resulta más de la mitad de un juego de pelota. Cuando un lanzador está bien, no hay ofensiva que produzca. Por eso, no es de extrañar que, los conjuntos con un mejor staff de serpentineros, sean los de mayores posibilidades en cualquier torneo.Siguiendo esa máxima, nos acercamos hasta los terrenos del Santiago “Changa” Mederos, para conversar con Caleb Campos, entrenador de esta área en Industriales
¿Cómo has trabajado con este cuerpo de lanzadores bastante joven?
El cuerpo de pitcheo de nosotros tenía un promedio de edad de 21,8 años al iniciar la Serie Nacional, el más joven del evento. Desde que me dieron esta tarea en la nave añil, nos trazamos la estrategia de utilizar el sub 23 para su preparación de esta serie, siempre realizando la misma función que iban a cumplir en Industriales.
Primero analizamos las características del equipo. Teníamos un conjunto que sabíamos iba a producir carreras, entonces tuvimos que buscar la manera de que no nos hicieran más anotaciones de las que producíamos.
Para ello hicimos una investigación sobre las condiciones de cada lanzador, para ver hasta qué momento ellos eran efectivos. Esto no es cien porciento seguro, pero si nos daba una idea de hasta dónde explotar el trabajo de un serpentinero.
A veces queremos que los pitchers hagan más allá de sus posibilidades, pero tenemos que evaluar hasta dónde son capaces de rendir.
¿En qué has basado los entrenamientos?
Primero el control. Si no se da strike, no se domina el juego, y por lo tanto termina en derrota. Desde el entrenamiento fortalecimos todo lo que tuviese que ver con la mecánica.
También incluimos las prácticas de bateo, que consiste en preparar a los bateadores con los lanzadores; en vez de lanzarle a un punto muerto o batear con máquina, los uníamos y así el bateador mejoraba al igual que el lanzador.
Si el área de los serpentineros ha sobresalido, los relevistas han sido incluso superiores. ¿Cómo prepararon a estos atletas?
El pitcheo de segunda línea era el mejor del campeonato hasta el pare del evento. La importancia de estos atletas a veces se subestima en nuestro béisbol, pues solo se trabaja fuerte con los abridores.
En nuestro caso fue al revés, basamos la mayoría de nuestros entrenamientos en los relevistas. Como te había dicho, sabíamos que Industriales iba a producir carreras, por lo que abríamos con los mejores, pero siempre tratamos de que en la sexta entrada tuviésemos en el box a los que fuesen capaces de mantener la ventaja. Así ganamos muchos juegos.
Los refuerzos serán posiblemente en el área que entrenas, ¿cómo piensas prepararlos?
El tema de los refuerzos es muy complicado, porque hay muchos factores que no puedo controlar. Por ejemplo, no sé cómo se están preparando esos atletas, ni sé con qué métodos los preparan.
Nosotros vamos a escoger solo desde el punto de vista estadístico, pero hay que ver cómo evolucionan con nuestros entrenamientos.
¿Cómo han preparado a los lanzadores en esta etapa sin juegos?
Todo lo hemos hecho de manera individual. Se analizó cómo terminó cada atleta, y en dependencia de eso, entonces se trató de reforzar en el área donde presentaran dificultades; además de trabajar en los errores que presentamos para que en esta segunda etapa hagan un mejor papel.