El tiempo ha transcurrido, inevitablemente, y cada vez está más cerca la segunda mitad de esta 55 Serie Nacional. Uno de los conjuntos con un boleto asegurado es el más querido y odiado por todos: Industriales.
Con una defensa hermética (984), una ofensiva espectacular (322) y un pitcheo que ha hecho su trabajo (3,73), los citadinos han transitado sin contratiempos en esta edición estando, además, entre los de mayores posibilidades para conseguir el campeonato.
Pero de todos estos acápites el más sobresaliente ha sido, sin lugar a dudas, el de los relevistas (2,56 con 14 juegos salvados).
Precisamente, en este aspecto, nos comenta Caleb Campos, entrenador de los lanzadores: “Nosotros iniciamos esta serie con un promedio de edad de 21,8 años, el cuerpo de serpentineros más joven.
“Cuando nos dieron esta tarea nos trazamos unas estrategias. Utilizamos el sub 23 para su preparación, siempre en las mismas funciones que pudieran desempeñar en el equipo azul.
“Sabíamos que Industriales iba a producir bastantes carreras, solo era buscar la forma para evitar más carreras de las que anotábamos. Por ello, desde el sub 23, analizamos hasta dónde eran efectivos, lo que resultó en un trabajo personalizado con cada atleta.
“Con los relevistas basamos la mayor parte de nuestros entrenamientos. No nos sirve que un abridor lance seis entradas, deje el partido con ventaja y después los relevos no sepan mantener el marcador favorable.
“Por eso hicimos la preparación a la inversa. Trabajamos sobre la base de subir al box, en el último tercio, los lanzadores de menos carreras permitidas, así ganamos unos cuantos juegos”.
Para tener un buen pitcheo, es necesaria una buena simbiosis con el receptor, el único pelotero que ve el juego de frente, quien tiene más cerca al bateador contrario y, además, con la función de guiar a su serpentinero.
Sobre este punto declaró Juan Bravo, entrenador de los enmascarados: “En este acápite los receptores trabajan a diario con los pitcher. Esto se hace para convertirlos en una familia, pues si se conocen bien, existe más confianza en el trabajo de cada uno”.
El próximo paso para los de añil es clasificar para los play off. Esta es la meta; para ello, los refuerzos deberán ser una decisión muy bien meditada.
De esta cuestión, expresó el Director Javier Méndez: “Nuestra estrategia está centrada en los lanzadores. Queremos ver si podemos pedir a cinco serpentineros, o a cuatro y un jugador.
“Todavía no hemos decidido sobre quién centrar nuestros objetivos, aunque sí tenemos una visión general sobre los jugadores que, posiblemente, sean llamados a integrar los refuerzos azules.
“Para ello nos están ayudando mucho los muchachos de la sabermetría, recopilando datos estadísticos, dándonos un diapasón bastante grande de opciones”.
En sentido general, los azules lo tienen todo a su favor para traer el triunfo a la capital. Claro, ese es el objetivo a largo plazo. Por el momento, solo importa el juego diario; ese, pudiera definir la obtención de la número 13.