POR JORGE EBRO
El apellido Millán lo dice todo. Su padre, Juan Carlos, fue uno de los mejores inicialistas de la pelota cubana de los últimas décadas, un hombre de bate poderoso en una tanda que, entre los 80 y los 90, infundía pavor con nombres como los de Pedro Luis Rodríguez, Romelio Martínez, Luis Ignacio González…
Ahora quiere escribir su propia historia con los Marlins. Gracias a esos genes familiarres, JC Millán supo adaptarse a la vida en Miami cuando sus padres los trajeron con apenas ocho años y sobrevivir al golpe duro de no haber sido elegido en el Draft Amateur.
Otro chico cualquiera pudo haber colgado los spikes, pero Millán, de 22 años, continuó hacia delante, de una escuela a otra, hasta que los Marlins lo vieron y se percataron de que estaban delante de un tesoro que otros habían dejado pasar.
Para él se acabó la primavera y empieza otra temporada más en las Menores, pero Millán lleva más que guantes y bates en su equipaje.
¿Cómo ha sido este spring training, porque ha sido el más largo con el equipo grande?
«Una experiencia tremenda, de la que me lleva muchas experiencias, cosas que he aprendido. He pasado muy buenos días con este grupo y creo que todo esto me ayudará en el futuro».
¿Qué es lo que más te ayudará en las Menores?
«El deseo de seguir aquí, de regresar aquí, la idea de que debo trabajar más fuerte para aspirar a lo que tendrán los que se quedan. Eso me va a impulsar en los próximos meses. Mi sueño siempre ha sido llegar a Grandes Ligas, pero ahora lo siento más fuerte».
¿Tienes la sensación de que puede alcanzarlo?
«Ahora más que nunca. Y más con un equipo como este, que le da tantas oportunidades a los jóvenes. Veo a tantos jóvenes que están logrando sus metas y me digo que yo también puedo hacerlo».
¿Qué hablas con los grandeligas?
«Algunas cosas, consejos. Justin Bour, que ha estado al lado mío estos días, me ha dado un par de ellos. Yo trato de escuchar para aprender. Es lo que más puedo hacer por mí en estos días».
¿Y qué te dice tu papá?
«Ahora está en Cuba de visita, pero él siempre me está apoyando. Mi padre ha sido un motivo de inspiración para no rendirme. No recuerdo mucho de sus tiempos de jugador, pero sé que tuvo que luchar contra muchas cosas para abrirse camino en el béisbol».
¿Cuándo te vemos por Miami a tiempo completo?
«Todavía no hay que pensar en fecha fija sino en el trabajo constante. Quiero poner en alto el apellido de mi familia y demostrarles a los Marlins que no se han equivocado conmigo».