Por Ventura de Jesús
MATANZAS.-El pelotero Yurisbel Gracial dijo alegrarse de estar de nuevo en la Patria para un conveniente descanso, luego de una larga y agotadora campaña beisbolera en Japón.
Estoy un poco cansado, pero muy contento. Han sido meses de mucho trabajo y ahora es bueno llegar a la tierra y encontrarse con la familia, con los seres más queridos, en particular con los hijos, reconoció el antesalista matancero.
El versátil pelotero admitió que jugar en el béisbol profesional japonés ha sido una bonita experiencia, un reto que puso a prueba todas sus posibilidades deportivas.
«Me ajusté poco a poco al rigor de aquella Liga Profesional y creo haber cumplido con las exigencias de mi equipo; lo más difícil fue adaptarse», dijo.
Gracial firmó un contrato que le permitió desempeñarse en la recién concluida campaña con el equipo Halcones de SoftBank, el cual también acogió los servicios de sus compatriotas Alfredo Despaigne y Liván Moinelo.
Agradeció los progresos adquiridos en la Liga Independiente Canadiense-Americana de Béisbol (Can-Am League), donde se convirtió en uno de los puntales del equipo Capitales de Quebec y fue respetado por sus compañeros, tanto por sus valores humanos, su ética de trabajo, como por sus actuaciones en el terreno, según palabras del mánager de aquel conjunto canadiense.
«Haber jugado a ese nivel me dio mayor confianza y seguridad. Fue un paso crucial para encarar la pelota nipona».
En Japón, el yumurino se desempeñó en primera, segunda y tercera bases, y también fue utilizado en los jardines. En 54 desafíos conectó nueve jonrones, promedió para 292 y consiguió un slugging de 481.
–Fue tu primera incursión en ese béisbol, ¿qué impresión te produjo?
–Esa Liga tiene como base el pitcheo. Existen muchos lanzadores de calidad, de excelente control, todos tiran por encima de las 90 millas y dominan varios lanzamientos. Y lo más importante, estudian en extremo al contrario y manejan información acerca de cada uno de los bateadores.
–Si debieras definir la clave de su sistema de juego en una sola frase, ¿cómo lo harías?
–Mucha disciplina y la constancia en el entrenamiento. Entrenar y entrenar, ese es el espíritu de esa Liga.
Alto y recio, de carácter afable, Gracial es uno de los peloteros más destacados del país, aún con cualidades por explotar. En los últimos tiempos se esfuerza por mostrarse un poco más dispuesto sobre todo a la hora de batear.
–¿Qué dices de tu elección para jugar en calidad de refuerzo con el conjunto de Sancti Spíritus?
–En primer lugar, quisiera agradecer la confianza de la dirección del equipo espirituano. Me hace feliz saber que pensaron en mí y, aunque no me falta disposición, ahora mismo dudo que pueda corresponder a esa solicitud. Tengo molestias en ambas manos, algunas que vienen de lesiones anteriores.
«Todavía no sé, necesito descansar y resolver algunos problemas en casa. Han sido diez meses alejados del hogar y de la familia».
Aunque actualmente reside en la comunidad de Boca de Camarioca, en el municipio de Cárdenas, el antesalista matancero aclara sentirse muy cerca de su gente y que sigue siendo el muchacho de Las Marías, comunidad rural orgullo de su familia y escenario de sus inicios en la pelota.
«Nada logrará que olvide mi origen, estaré siempre pensando en el pueblo de Matanzas y en mi país», expresó el pelotero Yurisbel Gracial poco después de su arribo del lejano Japón.
Por afortunada coincidencia, no muy distante de ese punto de la geografía matancera, perteneciente al municipio de Limonar, nació el gran Martín Dihigo, considerado uno de los más grandes jugadores de béisbol de la historia.
Bajo el influjo de Dihigo, uno de sus mejores referentes, trata Gracial de alcanzar la gloria en las grandes ligas de Japón y hacer relucir la calidad del béisbol cubano.
–Y ahora, ¿qué pasará contigo y los Halcones de SoftBank?
–Creo que no lo hice mal. Eso sí, lo de la renovación del contrato está en sus manos.