Por: Javier Gonzalez
El ex manager Fredi González intentará darle una nueva oportunidad a su carrera como manager a partir de ya. Según informa Joe Frisaro, corresponsal de los Marlins para MLB, a principios de semana el cubano le comunicó a las oficinas centrales del equipo del sur de la Florida que estaría explorando opciones en esta temporada baja.
González había servido como coach de tercera base de los peces en las últimas tres campañas, después de ser despedido en mayo de 2016 como manager de los Bravos de Atlanta, tras un patético arranque de temporada (9-28). Sin embargo, a sus 55 años, el holguinero cree que aún tiene opciones de volver a dirigir al máximo nivel del béisbol.
Obviamente el masivo despido de entrenadores sucedido en las últimas semanas es el detonante en la decisión de Fredi, quien posee una experiencia de una década exacta como dirigente en Grandes Ligas. Equipos como Phillies, Piratas, Royals, Gigantes, Cachorros, Angelinos, Mets, Padres y muy probablemente Dodgers, estrenarán nuevo timonel para 2020.
González debutó como manager en 2007, precisamente con los Marlins (de la Florida en aquel entonces). Con ellos militó por espacio de tres temporadas y media, y a pesar de que la franquicia ocupó siempre algún sitio entre el 26 y el 30 en materia de inversión (eso incluye dos últimos lugares en 2008 y 2009), dejó un muy buen balance de 276-279.
No habían transcurrido aún cuatro meses de su despido en Miami, y los Bravos lo contrataron como capataz. En Atlanta Fredi encontró un panorama totalmente diferente al de Florida. Primero que todo, tomaba las riendas de un equipo competitivo, con mayor grado de exigencia y para completar, necesitaba llenar los spikes del legendario Bobby Cox, quien había dejado la plaza vacante tras su retiro.
En sus primeras tres temporadas, mientras la novena de Georgia se mantuvo competitiva, González logró clasificar en par de ocasiones a octubre (una de ellas como líder divisional), sin embargo, la organización entró en un crudo proceso de reconstrucción a partir de 2014, que incluyó la partida de sus principales figuras en los siguientes años y desde ese momento el cubano jamás pudo enderezar el rumbo del barco.
Asi las cosas, el 16 de mayo de 2016, González dirigía su último partido en Grandes Ligas, un juego donde su equipo caía derrotado 8-5 en Pittsburgh ante los Piratas. A su salida de Atlanta, el manager oriental dejaba un récord de 434-413 en los Bravos (710-692 vitalicio).
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